La esquina de la calle Almagro con Zurbarán luce unos elegantes toldos verdes que bien podrían ser el telón del espectáculo que dentro nos espera. El nuevo restaurante Virrey gira en torno a una gran barra semicircular que expone pescados frescos y ejerce de alma de un local refinado donde su cocina cantábrica tiene la calidad que Madrid espera.
El chef Carlos Fernández Miranda muestra un virrey en sus manos mientras ejerce de anfitrión o explica la importancia de la calidad de los productos en su cocina y la elección de haber elegido el litoral Cantábrico como esencia de su cocina. (Imagen de portada).

Virrey es un paseo gastronómico por la costa del norte de España donde encontrar buenos pescados, mariscos del día, verdura de temporada y excelentes carnes. Su carta comienza con entrantes como la ostra Napoleón (5€.), la gamba roja (19,5€/100gr.) o la almeja de Carril (28€./250grm.). Una llamativa declaración de intenciones.
Restaurante Virrey
Una gilda espectacular, las anchoas de Santoña, la lubina gallega en aceite (11,5€) o la cecina de wagyu (25€) son parte de una lista de aperitivos que definen la filosofía de trabajo en la cocina del restaurante Virrey.


Restaurantes de Madrid
Este viaje al Norte se disfruta con elaboraciones más importantes, siempre dejando que el sabor del producto sea el protagonista. Los pescados frescos, comenzando por el que da nombre al restaurante, se prepara a la parrilla con sal o al horno, con patatas y fondo de tomates, cebolla y Pedro Ximénez. Además, el besugo o la urta, la merluza de pincho de Celeiro guisada en salsa verde (25€) o el tartar de atún rojo con huevo frito (26€) hacen que merezca mucho la pena la visita.

La cocina de Carlos Fernández se presenta sin complejos, segura de su profesión y entendiendo muy bien a su comensal. Llaman positivamente la atención platos tan sabrosos como las judías verdes rasta, cocidas y salteadas con ajo, que se sirven acompañadas de patatas y jamón Ibérico.

También su tartar de tomate con espárragos salteados y queso curado (17€) o los pimientos cristal asados con ventresca. Así como los mejillones en escabeche (12€) o la hueva de atún rojo en salazón (20€).
La búsqueda de la excelencia no termina aquí. Una sala muy confortable, llena de luz y envuelta en glamour, ofrece además, carnes como el lomo de vaca asturiano (70€/kg.) o el solomillo salteado con ajos y guindilla (28€).



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Los postres también son parte importante de la doctrina de la casa y la exigencia que nos acompaña toda la experiencia. Nos recomiendan probar el helado de leche merengada con galleta (8€) y, efectivamente, es un acierto. Además, la tarta de queso, las natillas con galleta pasiega o el arroz con leche caramelizado, completan un agradable final dulce.
El servicio de sala es muy bueno y profesional, recuperando buenas costumbres como terminar o servir los pescados en sala.
En el apartado líquido, hay que destacar su extensa y buena carta de vinos que comienzan con la particularidad de generosos y espumosos, para continuar con una lista de blancos de casi todas las DOs de España, pero muy centrada en vinos del Norte, así como rosados y numerosos tintos que se fijan también en el norte y en variedades como la Mencía o Brancellao. Sigue por Rioja, Toro, Ribera del Duero o Madrid, para terminar en Burdeos.
Julio César, el sumiller, aconseja e informa de algunas de las mejores opciones para cada plato. Una carta variada merece una bodega de importancia como la que ofrece Virrey.

El chef asturiano Carlos Fernández Miranda transmite en sala el saber hacer de la escuela de cocina de Gijón y sus años de experiencia en diferentes restaurantes con chefs de renombre como Paco Roncero. Virrey es un muy buen restaurante.
El restaurante Virrey está en la calle Zurbarán, 8 de Madrid.