Gran Vía 18 es la acertada evolución de una década en busca del restaurante que define Madrid. Con una cocina muy rica, un espacio divertido y dos terrazas fabulosas, es uno de los lugares más atractivos de la ciudad.
Restaurante y rooftop Gran Vía 18
Brinda con un cóctel con la diosa Minerva, bajo la atenta mirada de una loba, mientras llegan al galope dos cuádrigas romanas desde la calle Alcalá. Todo esto sucede en el escenario de las dos fabulosas terrazas del restaurante Gran Vía 18, un lugar con las vistas más espectaculares de la ciudad, al Círculo de Bellas Artes, al edificio BBVA y sobre la Gran Vía madrileña.
Ubicado en las últimas dos plantas de la tienda WOW Concept, Gran Vía 18 es un súper dúplex de 1000 metros cuadrados donde las brasas, a la orden del chef madrileño Jairo Jiménez, una buena bodega, la coctelería de Daniel Regajo y un esmerado servicio de sala, marcan la diferencia.
Producto e identidad
Unas alcachofas a la brasa con cremoso de tupinambo, vainilla, mascarpone, miso y vinagreta de pistacho definen la propuesta de Jairo Jiménez, un joven chef que conoce el producto, comprende los fondos y el talento de crear recetas con personalidad propia, capaces de hacer disfrutar y marcar el carácter de un restaurante.
Fuego, carnes y pescados
Las brasas en la cocina de Gran Vía 18 dan profundidad a platos como la ensaladilla de pulpo, el puerro con demi-glace de jamón Joselito -para rebañar con cuchara- o la vaca rubia gallega con 180 días de maduración. ¡Un espectáculo!
De su carta, probamos también las croquetas de jamón, servidas con velo de panceta, los buñuelos de queso Idiazabal y el saam de ensalada César con pollo crujiente y aire de parmesano.
Los 20 días de la lubina
Es interesante comprender cómo el equipo de cocina del restaurante Gran Vía 18 define su carta desde visiones que buscan calidad y diferenciación. Así, su lubina pasa 20 días en una cámara de temperatura y humedad controlada para reducir sus líquidos y concentrar los sabores, nos regala un bocado exquisito que se sirve con salsa bilbaína.
En esa búsqueda, Jairo saca a sala un platazo elaborado con espárragos de Tudela y bacalao. !Excepcional! Como la chistorra de Arbizu con yema de huevo y piparra semidulces, o el T-Bone a la parrilla, el steak tartar, su rodaballo salvaje a la brasa con salsa menuièr y el chipirón de anzuelo.
El dulce importa
Arroz con leche son crema de Bailys y su lemon pie: dos grandes postres de Carlos López, Jefe de pastelería… Pero es que su coulant de chocolate 72% de cacao con helado de caramelo y nueces pecanas es otro must en Gran Vía 18. Por cierto, la tarta de queso la hacen con Payoyo gaditano!
El apartamento que se convirtió en restaurante
Las plantas 5ª y 6ª de Gran Vía 18 fueron el apartamento del dueño del antiguo e histórico hotel Roma de Madrid, y su decoración sigue contándonos lo chulo que era este espacio guardando ese toque retro de los años 70 del Madrid más trendy.
Pero lo que corona la experiencia en Gran Vía 18 son sus dos terrazas – a la calle Clavel y a la Gran Vía -. Aquí es donde continúas tu experiencia para convertirla en fiesta acompañado de una buena carta de coctelería -12 cócteles y 5 sin alcohol- y un ambiente que combina la música con perfiles capitalinos y extranjeros. Además, hay una carta informal «finger food» – modo tapeo desde las 17h.- por si quieres pasar directamente a sentarte bajo las estrellas de Madrid, sin pasar por el restaurante.
Precio medio 70€. Cócteles 13€. Menú del día: 18,50€.
Gran Vía 18 se inauguró hace ahora un año y es el penúltimo proyecto del Grupo Papúa. Está en la calle Gran Vía 18, (También tiene entrada directa por la calle Clavel) Está en las plantas 5ª y 6ª del edificio que alberga la tienda WOW Concept.
