Martín Tostón es más que un simple bar, la nueva «joya Hevia» reinventa el tapeo, con colmado gourmet incluido, y pone toda la sabiduría de una saga hostelera al servicio del futuro de la buena barra madrileña. Menos mal que los chicos -Ismael y Fernando- han salido espabilados. Qué alegría.
Javier Estrada Gutiérrez
Martín Tostón, el nuevo bar de la familia Hevia
La calidad de cada detalle marca la diferencia. El espacio, los taburetes, la barra de zinc, la vitrina de embutidos y quesos, los uniformes del personal o la Berkel, cortando embutido con esa elegancia tan convincente… Todo es nuevo, todo está rico y todo guarda ese aire de clásico renovado tan agradable y bien pensado.
Del laterío a las albóndigas caseras
Pero todas esas vibras retro con la energía de la modernidad no tendrían sentido si la propuesta de cocina no estuviera a la altura, es aquí donde entran más de 60 años de sabiduría y buen servicio, de pucheros y manteles de hilo, de producto y bocados sublimes… Los Hevia saben lo que se hacen…
Entras con ganas de aperitivo y te abres unas latas de almejas (25€) y de berberechos (18€), que llegan a la mesa acompañados de unas patatas fritas (Hermanos Ortiz). Una caña bien tirada, un vermú o un vino… Pincho de hígado de bacalao (5,75€), mojama de atún 11,75€), huevas de maruca, deliciosas (12,50€), brioche de carrillera de ternera (12,75€) y puerros confitados con salsa de espárrago (16,90€), una de las especialidades que marca la diferencia.
Una taberna de hoy
Ya sabes que te quedarás a comer… Y llamas a esa amigo que vive cerca, porque lo bueno hay que compartirlo, cuando te quedas atrapado leyendo la carta en busca de nuevos sabores; un saltufo y otra copa de vino -Se trata de una pelota de salami con trufa y Parmigiano-, mientras la Berkel corta una ración de lomo ibérico de bellota (ración 17,50€). Y te acuerdas del vistazo que le has echado a la vitrina de la tienda cuando has entrado a Martín Tostón y pides una tabla de quesos (4 quesos 23,50€).
Lo está pasando muy bien. El ambiente es estupendo y todo está muy rico… El madrileño -Y los que vienen a la ciudad- disfruta mucho comiendo así. El ADN capitalino tiene mucho de barra, de taberna, de vino y de amigos.
Cuando llegas a los platos caseros, te encuentras con unos callos melosos con puntito picante (19,90€), un buen guiso de rabo de toro (23€) o las albóndigas caseras «Don Clemente» (21€), pero también con un tartar de atún rojo (27€) o con unos chipirones en su salsas (19€), receta histórica del restaurante Hevia.
Desayunar en Madrid
Por la mañana en Martín Tostón alternan las tostadas con aceite de oliva y tomate, churros, porras y croissants recién hechos, con opciones como pan con tomate y jamón o sándwiches mixtos.
En la planta baja, salón comedor para disfrutar de reuniones con amigos.
¿Por qué se llama Martín Tostón? Es un homenaje al padre, quien llevaba estos apellidos (Falleció en enero de 2025). Tras muchos años enarbolando la bandera de Hevia, la tercera generación ha pensado que ya era hora del reconocimiento y muestra de admiración por el padre. ¡Ole!
Martín Tostón está en la calle Castelló 112. Barrio de Salamanca. Cocina continua de 09 a 23h. Cierra los lunes.
