María Rozalén nació en Albacete en el año 1986. Irrumpió hace poco en la escena musical y todos supimos que era algo nuevo y bueno. Un soplo de aire fresco que hoy se consolida como una cantante poderosa y llena de mensajes necesarios, bonitos, directos y reivindicativos.
La cantante y compositora manchega conecta con el público de todas las edades con su música ubicada en el pop, el flamenco y la importancia de comunicar, como esencia de su alma.
Su voz es también especial, nítida, llena de personalidad y afilada, al servicio de letras que cuentan cosas seductoras.
Al concierto de Madrid trae las canciones de su tercer disco titulado “Cuando el río suena…”.
Su primer disco de estudio (2013) llevó por título «Con derecho a…». Por este trabajo, del que se vendieron más de 20.000 copias y que dio lugar a una exitosa gira, primero por España y después por América Latina, fue galardonada con un Disco de Oro en diciembre de 2014.
Su videoclip “80 veces” (2013) consiguió alcanzar el millón de visitas en Youtube en pocos días.
En junio de 2015 publica “Quién me ha visto…” con el que vuelve a gustar y el trabajo que la apuntala en la escena musical.
Rozalén también ha puesto letra y voz en la banda sonora de la película Perdiendo el Norte (2015), del director Nacho G. Velilla y ha colaborado con artistas de la talla de Alejandro Sanz, Malú, Luis Eduardo Aute, Pedro Guerra o Kiko Veneno, entre otros.
Rozalén toca en Madrid el jueves 17 de mayo en el WiZink Center.
¿Por qué los títulos inacabados de tus discos?
Me gustan mucho los refranes, son populares, del pueblo, y dicen mucho. Me gustan las frases inacabadas en las que juego mucho con la entonación para dejar paso a lo evidente, aunque se esta manera prefiero pensar que la gente lo puede terminar como le da la gana.
¿Qué recuerdos tienes de la rondalla de tu barrio o de tus primeras letras?
Yo era muy pequeña cuando empecé. tenía siete años y era muy tímida. Empecé a tocar la bandurria y hablaba muy poco. Esa etapa dura nueva años hasta que me fui a estudiar a Murcia. Mi maestro de música fue como un padre para mi; lo veía casi más que a mi padre.
«A Madrid llego buscando trabajo y a estudiar más… Pero yo quería que me dieran una fecha para cantar en el Libertad 8»
¿Cómo fue tu llegada a Lavapiés, qué buscabas y qué encontraste?
A Madrid llego buscando trabajo y a estudiar más… Pero yo quería que me dieran una fecha para cantar en el Libertad 8. En esa época no tenía ni pensamientos de grabar un disco. Tampoco tenía muy claro qué buscaba, seguramente me buscaba a mí misma.
¿Qué te hace sentarte a escribir?
Me inspira el amor, el desamor, lo que ocurra a mi alrededor, lo que vivo, lo que siento, lo que sienten otras personas que están cerca. Para escribir mis canciones también me gusta ponerme en la piel de otras personas. Pero nada serviría sin la imaginación, que es rica y hasta me he inspirado mirando a una pared blanca.
¿Cuáles han sido los momentos difíciles y cuáles los momentos clave de tu carrera hasta ahora?
A veces han sido los mismos. Los momentos difíciles han sido los que más me han hecho evolucionar. La llegada a Madrid fue dura porque no conseguía lo que yo quería. Mientras hice mi último disco también viví cosas duras, que fueron las que me hicieron escribir con más sensibilidad. También lo pasé mal en la adolescencia o en la Universidad, las típicas crisis que sin duda nos hacen mejorar.
«No me gusta ver el odio disparado gratuitamente en las redes sociales»
¿Qué opinas del momento actual de España?
Me preocupa los temas que se refieren a la libertad. Tampoco me gusta ver el odio disparado gratuitamente en las redes sociales. No entiendo porqué tanta gente juzga rápidamente, las noticias falsas, todo parece ser fugaz. No me gusta en lo que se está convirtiendo la irrealidad.
¿Cómo disfrutas de cada momento musical?
Mucho de cada momento. Cuando compongo es maravilloso el momento de meterte hacia dentro, de estar sola, de vomitar todo lo que pasa por tu cabeza y el corazón; me encanta grabar porque es cuando se ve todo crecer y comparto con mi banda, y disfruto muchísimo en los directos.
Diría que lo bonito de ser cantante y compositora es que sin uno no existiría lo otro y cada parte es necesaria.
«El lema de mi vida es intentar ser feliz haciendo feliz a quien tengo cerca»
¿Cuál es el lema de tu vida?
Es intentar ser feliz haciendo feliz a quien tengo cerca. Y dormir tranquila, porque creo que el mayor éxito es ser coherente para que no haya nada que te quite el sueño.
¿Cómo sientes el “poder” de haber llegado al éxito y qué vas a hacer con él?
No soy muy consciente de nada. cada vez hay más gente delante de mi escenario, cada vez se venden más discos, pero no soy consciente del poder pero si de la responsabilidad. He aprendido a cuidar lo que se dice y cómo se dice. Lo que me gusta es que puedo utilizar esta posición para hacer algo bueno, quiero decir cosas que sean importantes que ayuden a vivir y que no hagan daño a nadie.
¿Qué te gusta de Madrid?
Muchas cosas. Lavapiés lo siento como mi barrio. Todos los locales de música en directo como La fídula, Libertad 8 o Galileo. Me gusta pasear por las calles que es donde más cosas suceden. Me gusta El Retiro, El Tempo de Debod, y comer rico, claro! como en El caldero de la calle Huertas, que es murciano, el sushi o tapear por La Latina.
Descúbrenos algún grupo o músico que te guste, hayas descubierto y que te inspire.
Road Ramos, Carmen Boza, Patricia Lázaro, María Ruiz La Mare, Mundo Chillón, Pedrito Pastor, hay un montón de gente haciendo cosas súper interesantes.
Para terminar y para conocerte un poco mejor, cuéntanos otra pasión de la que disfrutes en tu vida.
Soy muy disfrutona. Hago mucho deporte, me gusta hacer Pilates y tiro mucho de monte y naturaleza. Me flipa hacer rutas de senderismo y patear con mis animalitos. También me gusta leer, ir a conciertos como espectadora, el cine y el teatro.
