El esfuerzo de una larga y reconocida carrera profesional les ha dado la oportunidad de crear su espacio soñado. Montse Abellà y Óscar Velasco mezclan pasión y creatividad en el restaurante VelascoAbellà, para ofrecer una experiencia fabulosa que transmite entusiasmo y singularidad.
Javier Estrada Gutiérrez
Restaurante VelascoAbellà
FELICIDADES por vuestra Primera Estrella Michelin. Muy merecida. ¡A seguir disfrutando!
Escribo este post pensando que esta noche (martes 26.11.2024) el restaurante VelascoAbellà debe recibir su primera estrella Michelin. La propuesta gastronómica y líquida, el servicio y el espacio de este restaurante merecen el foco que un reconocimiento así significa.
Blanco, terroso y luminoso. Sereno y elegante… Son las primeras impresiones al entrar en el restaurante de Óscar y Montse. Las trayectorias de ambos son dignas de otro artículo, pero creo que es suficiente decir que se conocieron -son pareja- trabajando en las cocinas del restaurante Santceloni.
La personalidad en la cocina de Óscar es uno de los pilares de su carta. Platos redondos, profundos y tan sabrosos como equilibrados. Aquí se disfruta de la precisión de un chef que está tan seguro de sus platos que es él el que controla tus emociones, señalándote un camino inexplorado en el que el comensal está feliz en todo momento.
Cebolla, AOVE (y trufa)
Probamos su menú corto (116€ +10€ de agua y pan + bebidas aparte) y aparecen los clásicos de la trayectoria de Óscar Velasco, la cebolla, en diferentes elaboraciones, y el Aceite de Oliva Virgen Extra. Vendrá la trufa, en temporada («no puedo esperar a enero», suspiraba Óscar).
- Tapenade, paté de ave con kikos, coca mallorquina con huevo de codorniz y cebolla pulpo y ajo blanco, para abrir boca.
- Ensalada de tomate asado, cebolla escabechada, albahaca y lemongrass. Un viaje a una huerta llena de sabor.
- Miguel Martiañez, el sumiller (en la imagen), sirve un Cava (Mestre Coquet 2019) para que las burbujas acompañen la fiesta.
- Steak tartar de vaca madurada con ensalada de acelgas. ¡Menudo hallazgo!
- Un gran blanco del Penedés en la copa (Anima Mundi 2022).
- Ravioli de queso ahumado con hinojo y caviar oscietra. Un clásico imperecedero de Velasco que le persigue en cada carta.
- Gamba blanca al ajillo con huevo frito y patatas. Reunión inesperada y rica.
- Un palo cortado aparece en la mesa. Armonía perfecta. (Cayetano del Pino).
- Salmonetes con el jugo de su espina, azafrán y trompetas de la muerte. El plato más mágico! La mesura abrazando la genialidad.
- Un tinto de Italia. Barolo Bussia 2018. ¡Espectacular!
- Alitas de pollo con bogavante y espinacas. Un mar y montaña de autor.
- Y aparece la mano de Montse Abellà, la pastelera, la intuitiva artesana, que se nota que crea platos en armonía con su buen momento vital. Que transmite bienestar en la sala con platos como la zanahoria en granizado con lima, eneldo, avena y jengibre o la mousse de chocolate negro, con aceite de oliva, avellanas y brandy. Temperaturas, texturas y sabores -sin concesiones al dulce- sobre el trapecio, para dejarnos boquiabiertos en el último redoble de tambor.
VelascoAbellà es un espacio para disfrutar y desconectar en la casa de dos grandes anfitriones.
El restaurante VelascoAbellà está en la calle Víctor Andrés Belaunde, 25. Chamartín. Madrid. Tiene un espacio privado, llamado El Apartamento, para grupos de hasta 20 personas, con cocina y máxima privacidad.