Fué en 1917 cuando el pintor Pablo Picasso conoció a Olga Khokhlova una bailarina de ballet con la que tuvo un hijo, Paul, en 1921. La bailarina rusa se convierte en su musa y será la mujer que más pinta Picasso en su extensa obra.
Cada cuadro refleja el momento artístico del pintor, así como el de la pareja. En los primeros años los cuadros son figurativos, en los que se representa a Olga pensativa o leyendo; para después pintarla en escenas de maternidad, embarazada de su hijo Paul, transmitiendo ternura. Después, irrumpe en sus vidas otra mujer, Marie-Therese Walter, que se convertirá en la amante del pintor malagueño, y que transforma los retratos de Olga en expresiones violentas.
La melancolía que refleja siempre el rostro de Olga se debe a que su familia estaba en Rusia viviendo el trágico momento del final del imperio de los zares rusos y la revolución.
La exposición «Olga Picasso» de puede disfrutar en CaixaForum Madrid hasta el 22 de septiembre.
Imagen de apertura: Figures au bord de le mer. 1931. Pablo Picasso.
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