Todo es excitante en el restaurante MamaQuilla, desde su cocina, llena de picante y fusión, a su ambiente, joven y divertido, mecido por la música latina que te llevará hasta la fiesta y el baile.
Restaurante MamaQuilla
MamaQuilla es la diosa Inca de la Luna, sin embargo, en Madrid es la guardiana de la celebración más sabrosa. Pero nada tendría sentido sin una buena propuesta de cocina, y así es. En este restaurante todo empieza por un bocado y termina con tus manos sobre las caderas de la persona de delante en el baile de la conga.
Cena y espectáculo
Comidas y cenas se acompañan de esporádicos espectáculos de cantantes y bailarines que irrumpen en la sala para amenizar un ambiente alegre donde todos los comensales quieren más. A ritmo de Son cubano, bachata o merengue los platos de MamaQuilla comparten protagonismo con un ambiente muy relajado y divertido.
El restaurante tiene dos partes muy diferenciadas (+un privado); El patio absorbe toda la luz de la calle y de la Luna desde unos enormes ventanales. Aquí las mesas son altas y el aspecto es más informal que en el interior, donde, después de atravesar una puerta, entras en La estancia, el corazón de MamaQuilla. Una gran barra central reparte cócteles mientras la música sube su volumen, el espectáculo serpentea entre las mesas y los camareros y las camareras sirven las comandas esquivando las miradas entre grupos de clientes.
El cóctel Sinaloa (12€) puede ser un gran comienzo para acompañar una Gilda (4€) y la cuchara de tartar de gamba roja y caviar (Osetra) (18€).
Croquetas de gambón (9€. 3 unid.) o unos anticuchos de pollo de corral (14€. 2 unid.), son perfectos entrantes para pasar a los picantes tiraditos o el ceviche verde pargo (23€).
El viaje continúa de sur a norte de latinoamérica con tacos de cangrejo (9€) o de cerdo ibérico (7,5€), arepitas de rabo de vaca (6€) o platos a la brasa como el arroz chaufa (18€) o la entraña de vaca (26€).
Espectacular es la corvina frita y servida entera con mayonesa de ají y comino. Mientras, Luis, el sumiller, hace un despliegue de amabilidad y conocimiento, recomendando vinos que maridan muy bien con la comida.
Y de postre, una misteriosa pirámide de oro sobre un lienzo de mármol blanco, esconde un homenaje al famoso chef americano del restaurante Alinea (Chicago), Grant Achatz. Genial, divertido y rico.
Los creadores de MamaQuilla
Joaquín Serrano y Jorge Velasco, chefs ejecutivos, Luis Diez, sumiller, y Juan Olmos, bartender, están al frente de la propuesta gastronómica, vínica y mixológica. Apenas superan la treintena, pero cuentan con trayectorias brillantes y una creatividad desbordante que vuelcan ahora en MamaQuilla. Serrano ha trabajado en los mejores lugares, del El Celler de Can Roca a Kabubi, entre otros. Y junto a grandes chef españoles como Dani García y Diego Guerrero.
El restaurante MamaQuilla está en la calle José Abascal, 61. Madrid.