Vinos madrileños y quesos suizos, armonía perfecta
¿Qué tienen en común Madrid y Suiza, además de los mismos colores rojo y blanco de sus banderas? La respuesta es simple: vino y queso, dos de los grandes placeres de una buena mesa y que son una combinación ganadora. La clave está en la elección del vino y el queso adecuados para conseguir una perfecta armonía de sabores.
Los quesos suizos y los vinos madrileños son ideales para disfrutar de los mejores maridajesy así saborear estos grandes placeres culinarios en su máximo esplendor. Hay una serie de consideraciones del vino, tales como textura, acidez, grasa y tanino, que deben tenerse en cuenta. De la misma manera, hay que diferenciar entre los diferentes tipos de queso: duro, extraduro, semiduro, blando, cremoso o para untar.
Te proponemos diferentes uvas autorizadas por Vinos de Madrid DOP que mejor armonizan con cuatro de los quesos suizos más conocidos: Le Gruyère AOP, Tête de Moine AOP, Emmentaler AOP, y Appenzeller, todos ellos elaborados de forma artesanal según recetas centenarias y a base de leche cruda de vacas alimentadas con hierbas de las montañas y valles suizos. Además, no contienen aditivos, conservantes ni colorantes y tampoco gluten ni lactosa.
Le Gruyère AOP
Se trata de un queso de pasta dura que se elabora en el cantón helvético de Friburgo desde el siglo XII. De carácter puramente suizo, elaborado con las manos y de un sabor delicado, recio y aroma pronunciado, marida con un vino blanco joven, como puede ser un malvar de la zona de Navalcarnero o El Molar o un albillo real, de San Martín de Valdeiglesias.
Tête de Moine AOP
Es reconocido por su famoso corte en forma de flor, que le confiere una personalidad sofisticada y delicada. Ideal para cualquier ocasión, su sabor es puro, intenso y ligeramente salado. Puede acompañarse con vinos blancos y tintos jóvenes o con poca crianza. Te recomendamos una garnacha joven de San Martín de Valdeiglesias. Los matices de hierbas de monte bajo, dotan al vino de toques afrutados y acidez que al degustar con rosetas de este salino queso aportan una agradable sensación en boca.
Emmentaler AOP
El queso más grande y envidiado de Suiza, elaborado únicamente con ingredientes naturales pues la leche cruda, proviene de vacas alimentadas de hierbas y flores de los pastos. Además, gusta a todos los paladares por lo que no puede faltar en cocina y, mucho menos, en una tabla de quesos. Sutilmente dulce, de sabor suave a nuez y cualidades fundentes, es ideal para brindar con un buen vino tinto. Proponemos hacerlo con un rico garnacha de San Martín de Valdeiglesias.
Appenzeller
El queso más misterioso de Suiza ya que se elabora con una enigmática salmuera de hierbas cuya composición es un secreto bajo llave. La variedad clásica de este queso madura en cuevas durante 3 meses aproximadamente. Aromático e intenso, es una joya del tradicional cantón de Appenzell, que recomendamos tomar con un vino tinto, contundente e intenso, pues de esta forma, ambos tendrán potencia en boca y no desmerecerán al otro. Una opción puede ser escoger un vino tinto con envejecimiento en barrica, como puede ser un tinto fino de la zona de Arganda, que aumenta cuerpo y potencia aromas.