En el restaurante La bodeguita del arte se cocinan a cuatro manos los guisos de chimenea de la abuela y los escabeches de la cultura gastronómica de Bargas (Toledo). Chencho Alonso es el guardián de los sabores y su hijo Miguel Ángel, crecido en las cocinas del restaurante con una estrella Michelin, El Carmen de Montesión, el joven chef que propone respetando su memoria.
Imagen de portada: Presa ibérica marinada. 20€.
Siempre hay que volver al barrio de El Retiro porque no para de darnos alegrías gastronómicas. Esta vez descubrimos, en la calle Menéndez Pelayo, 17, el restaurante La bodeguita del arte. Estrecha fachada para tan anchas miras y fuerte personalidad en la cocina. Aquí se viene a disfrutar de una tradición que encaja perfectamente con la actualidad y de dos chefs que se complementan para honrar su linaje y su tierra.
Terraza, barra y comedor para este restaurante que huele a cocina en puchero de barro y a boquerones en escabeche. Sus recetas se siguen haciendo en la chimenea de Bargas, para traerlas a diario hasta Madrid. Cocido -uno de los platos más demandados- (25€) , fabada, judías con chorizo y hasta 40 platos elaborados con diferentes legumbres, recorren un amplio recetario que, junto a los escabeches, son la esencia de esta casa de comidas.
Miguel Ángel se crió junto a los pucheros que su familia cocinaba en el bar de Bargas (recientemente galardonado con un Solete). Sus primeros recuerdos de niño son los olores a leña. Después le tocó formarse y aprender en la escuela de hostelería y más tarde, junto al chef Iván Cerdeño, en el laureado restaurante El Carmen de Montesión. Volvió a casa para cocinar con su padre y diseñaron juntos su llegada a Madrid. Han acertado en todo: la zona y el concepto. También suman a su cocina la empatía y las ganas de compartir la ilusión por lo que hacen.
De su cocina destacan grandes platos como el solomillo ibérico escabechado con piparra, vinagreta y miel mostaza. También la presa ibérica marinada, marcada a la plancha y servida con polvo de almendras y aceite de pimentón. Su estofado de carrilera de cerdo ibérico es también un gran plato. Así como las fabes con almejas o las Carcamusas, un plato típico de Toledo elaborado con carne de aguja de ternera, guisantes, chorizo, jamón, pimiento rojo y salsa de tomate casera. Este plato sigue siendo el favorito de Miguel Ángel.
Como entrantes sublimes, sus croquetas (8 unidades-14€) o los espárragos en tempura. En el capítulo de arroces, destaca el de carabineros (25€) y el arroz tiznado con seta shitake. Y en los postres, hay que probar la singular fruta escabechada o la panacota de vino tinto y las natillas caseras de chocolate y azafrán… Y para continuar, una buena conversación con padre e hijo y una copa de cualquiera de los buenos whiskies que tienen en la barra o un cóctel bien servido.
La bodega de La bodeguita del arte es extensa y a Miguel Ángel le gusta proponer maridajes. Recorre todas las Denominaciones de origen de España y además tiene vinos de Jerez, Cavas y Champagne.
«Sin la cocina tradicional no llegaríamos nunca a nada», repite Miguel Ángel, delante de su padre, en el transcurso de esta entrevista. Desde la experiencia Chencho replica con otra reflexión: «Está educado en valorar el producto y conoce el recetario. Desde ahí confío plenamente en su creatividad para llevar este restaurante hasta donde quiera».
Muchas novedades después del verano
Septiembre es el mes que la familia Alonso ha reservado para ofrecernos sus últimas novedades. Una pequeña reforma en La bodeguita del arte, presentará una nueva fachada en cristal y muchas sorpresas en la barra en forma de coctelería y maridajes. Además, Abren nuevo restaurante cerca del WiZink. Se llamará De Barro y conservará toda la esencia de los pucheros de Bargas para dejar que, frente al Retiro, el joven chef despliegue todo su potencial.
La bodeguita del arte. Todos sus platos pueden pedirse en madias raciones.