El restaurante Saddle, que ganó su primera estrella Michelin este año, incorpora a su carta ocho platos de temporada elaborados con níscalos, boletus, caza o pescado.
Saddle es un auténtico «clásico-contemporáneo» en el que destaca de manera sobresaliente el producto, la técnica y el servicio en sala.
Imagen de portada: Pato asado a la naranja.
Este mes de noviembre, el chef Adolfo Santos ha elaborado ocho platos que apuestan por la estacionalidad del producto. Grandes guisos y un minucioso trabajo con los fondos, llevan hasta la mesa boletus y níscalos, berberechos o las piezas selectas de caza, como la grouse o el pato. La propuesta añade platos muy especiales como la fabada con níscalos y carabineros, que representa “el guiso del día” entre los platos de cuchara del restaurante.
Entre sus entrantes también se puede disfrutar de un sofisticado longueirón a la brasa con escabeche de algas y vinagre de chardonnay; y de boletus salteados con sopa de parmesano, migas, yema ahumada, terminado con láminas de boletus crudo. Asimismo, entre los principales, se incorporan novedades en la sección de pescados, como el besugo con salsa fina de champagne, mayonesa de hinojo, berberechos y ensalada de apio, hinojo y pistachos; y, la lubina con salsa ajada emulsionada, pak choi salteados y mejillones.
En la sección de carne, la grouse de perdiz, inspirada en gazpachos manchegos, con puré de ajo negro, puré de boniato y acompañado de una pastela rellena de del muslo de la perdiz y un bombón de paté de la grouse con un toque de miel de romero; o el pato asado a la naranja acompañado con chartreuse, que se sirve en dos pases diferentes y el corte del mismo lo hace el equipo de sala, liderado por Stefano Buscema, director de Saddle, delante del cliente.
Por su parte, la carta dulce también incluye nuevas incorporaciones como el postre de chocolate, cardamomo, helado de naranja y aceite de oliva.
Saddle líquido
En su apuesta por la calidad extrema para acompañar a su propuesta gastronómica, Saddle dispone de más de 1.400 referencias seleccionadas por el sumiller Israel Ramírez. Así como una refinada carta de cócteles creada por el bartender Alberto Fernández, en cuyo diseño entran en juego tradición y modernidad, dando como resultado una propuesta que bebe de la coctelería clásica sin renunciar a los códigos y tendencias actuales. Además, Saddle cuenta con un carro de destilados en el que se pueden encontrar 460 referencias, algunas de ellas procedentes de destilerías extintas, lo que supone que entre ellas se descubran botellas únicas.
Distribuido en dos plantas, el restaurante Saddle diferencia sus espacios en un bar con coctelería y la posibilidad de comer a la carta, un gran y confortable comedor y cinco reservados.
El restaurante Saddle cuenta con carta y un menú degustación de 120 € con dos posibilidades de armonía de vinos, de +120 € y +300 €.