Eduardo Chillida es uno de los artistas más importantes e imponentes de la segunda mitad del siglo XX. El donostiarra (1924 – 2002) fue escultor de piezas sublimes trabajando el hierro, el hormigón, el alabastro o la terracota, pero también tuvo la sensibilidad de esculpir pequeñas piezas de papel a las que llamó «Gravitaciones» y que ahora podemos admirar en la Galería de arte Guillermo de Osma de Madrid.
Las «Gravitaciones» son obras surgen a mediados de los años 80 cuando el artista, a modo de “collage” pero sin utilizar ningún tipo de cola, superpone varios papeles -algunos previamente tratados con tinta o recortados- los cuales son cosidos por un extremo con un hilo o cordel de forma que quedan suspendidos o “gravitando” en el espacio. En las gravitaciones se pone de manifiesto cómo el papel deja de ser un soporte para convertirse en un elemento volumétrico de carácter escultórico.
«¡Cómo vas a comparar el espacio con la cola! Es una locura»
El propio Chillida escribió sobre Gravitaciones: «Nace inesperadamente. Un día estaba yo trabajando como cualquier otro día. A mí nunca me había gustado la cola. El hecho de pegar los papeles no me parecía el ideal pero nunca se me había ocurrido que se podía solucionar de muchas maneras. De repente pensé: “¿Por qué en vez de pegar estos dos papeles con cola, no los unes de alguna manera, los coses con cuerda, o con lo que sea?” Empecé a darle vueltas, a hacer pruebas y claro, inmediatamente apareció la solución. Además, me di cuenta de las consecuencias que tenía. En el lugar donde antes estaba la cola metías el espacio. ¡Cómo vas a comparar el espacio con la cola! Es una locura. La ganancia es tremenda.»
«Gravitaciones» Desde el 10 de febrero en la Galería Guillermo de Osma.