Su nombre, el pulpo «á feira», la parrilla, los filetes de «croca», los pimientos de Herbón, la extensa bodega de vinos gallegos y hasta la queimada, que celebran cada noche, convierten al Bar Carallo en un reducto gallego en pleno corazón de Madrid.
Este restaurante gallego, donde se cuida el producto y se trabaja con cariño cada receta tradicional, está en la calle Serrano, rodeada de establecimientos como VIPS o FIVE GUYS y frecuentada por ejecutivas y ejecutivos trajeados que se mezclan con turistas de lujo. Podemos decir que es la taberna gallega más urbana de España.
Bar Carallo
Un gran caldero con agua en ebullición termina de cocer unos pulpos que se sirven «á feira», con cachelos, pimentón, sal y aceite sobre un plato de madera. A su lado una gran parrilla cocina pescados y carnes como la vaca vieja o la «croca» (filete de cadera de ternera). El local combina una parte interior acristalada, donde encontramos una gran barra y mesas dispuestas para atender a grupos o parejas y una terraza, situada por debajo de la altura de la acera de la calle Serrano, a la que se accede por una escaleras.
Servicio profesional y buen conocedor del producto, elaboraciones y costumbres gallegas que acompañan a las explicaciones de los platos cuando se sirven en mesa.
Lacón fresco recién cortado (9€), pimientos de Herbón -en temporada-(7,9€), o unas ricas croquetas de zorza y de mejillones tigre (10,3€), son un gran comienzo.
¿Pimientos de Padrón o de Herbón?
Se dice pimientos de Herbón (Padrón es el tipo de pimiento y Herbón es el que está certificado DOP. Padrón es el municipio donde se cultivan a 20 kilómetros de Santiago de Compostela, donde se encuentra el valle de Herbón. Toda esta complicación con la Denominación de Origen surge en 1984, cuando una empresa de semillas de Logroño registró Padrón como marca comercial).
Restaurantes de Madrid
La pulpeira prepara el pulpo «á feira» con cachelos (24,5€) delante de los comensales, en la parrilla de carbón se cocina entrecot de vaca rubia, mientras se preparan ensaladas de tomate gallego aliñado (13€) y tortillas de Betanzos con lacón y queso de Tetilla (15,5€). En la carta una sorpresa muy rica, los huevos fritos con carne de centolla (12,5€)
Planes Madrid
Del mar, los berberechos de Noia al vapor (19,5€) con toque de mantequilla, sal y laurel, Mejillón de batea al vapor y ostras salvajes gallegas (4,5€). Además, cigalitas (24€), merluza de pincho (24,5€), chipirones (16,5€) o rodaballo salvaje (sm).
Su carta de vinos está perfectamente provista de una gran variedad de vinos gallegos que recorren variedades y regiones, blancos y tintos, Albariños, Godellos o Mencías, bien conservados.
Por cierto, que no se nos olvide, el pan es gallego (Chapata gallega de Miguiña), un lujo para el comensal madrileño.
Gallego en Madrid
La tarta de queso (8€) de postre o la filloa al estilo francés -suzzette- (8€) son los platos que te llevarán hasta la celebración diaria de una queimada que redondea una fiesta gastronómica gallega en plena milla de oro madrileña. Los conjuros y sus brujos oficiantes hacen olvidar la morriña y abren la noche de copas y buena música en el Bar Carallo.
¿Qué significa carallo?
Carallo es una expresión popular gallega para referirse al pene -carajo en castellano- La primera mención del carallo gallego aparece en una de las cantigas del castellano Pedro García Burgalés a mediados del siglo XIII
Bar Carallo. Cale Serrano, 45. Madrid.