Todo sorprende en el restaurante Bulla. Su nombre nos predispone a pasarlo bien, y después, los platos, la coctelería, el servicio y su ambiente lo convierte en un lugar inesperadamente delicioso. Además, guarda un secreto que redondea una oferta imbatible: su club «secreto».
Javier Estrada Gutiérrez
Restaurante Bulla
Bulla es absoluto protagonista de la parte del Paseo de la Habana más entregada al ocio. Sus dos plantas y una amplia terraza marcan el territorio de un punto de encuentro para foodies a los que les gusta alargar sus quedadas.

Una barra de bar -en planta calle-, es el espacio de la mixología, donde un equipazo de bartenders proponen hasta 14 cócteles con un punch especial. Probé el Berry Fields (14€) y me pareció perfecto para comenzar una cena o comida: Ginebra, con fresas y pepino, frutos rojos y scrub de fresa.

La música y una decoración mediterránea y vegetal, me acompañan hasta la mesa, en la primera planta. Grandes cristaleras, luz natural, y un bol de langostinos Kellogs (24€), con mayonesa kimchi, sobre ensalada y una tempura impecable, producto fresco y bocado muy sabroso.

También están muy ricas las croquetas de rabo de toro (12,50€) o la berenjena asada estilo libanés (12,60€).
En el apartado ensaladas, destacamos la de burrata al rosmarino (16,50€), con tomates de temporada y aliñada al romero. Todo, para llegar a la pizza.
¡Mamma mia! la pizza de Bulla
Hasta 10 pizzas súper ricas tiene la carta de Bulla. Son «pizzas alla pala», alargadas y ovaladas, servidas sobre una pala de madera. Su textura es muy ligera y crujiente, elaboradas con masa de fermentación lenta y harinas de calidad. Ingredientes de calidad y mezclados con alegría y buen criterio: la mortadela de Bolonia se encuentra con pistachos y cebolla roja; la longaniza fresca de Sicilia, con mozarella ahumada; el queso Gorgonzola, con pera y trufa o el guanciale con queso Pecorino trufado (Entre 16 y 18€)

La pasta es otra poderosa razón para elegir comer en el restaurante Bulla. Su carbonara (18€) se cocina con la receta auténtica y la lasaña de Angus gratinada (18€) está buenísima.
Me llamó la atención que tuvieran albóndigas. En bulla las hacen en casa, con chorizo criollo y presa ibérica. Se sirven con salsa chili dulce y sobre un montón de patatas fritas (16,50€). Muy ricas!. No puedo dejar de recomendaros también, su kobe pork, asado con Pedro Ximénez (24€). Wow!

La sartencita de cookies (9€), la panna cotta de chocolate blanco (7€) o la torta fondant con chocolate negro (9€), son tres postres top que debes probar.

Meeting point
Esos postres, su amplia carta de coctelería y vinos, te acompañan en una placentera sobremesa, pero cuidado, Bulla tiene tanta energía que convierte las tardes en un perfecto afterwork. Puede que encadenes una comida con la reunión de amigos, a media tarde, que a la vez, se alargue hasta que se ponga el sol. Su barra y la música, pero sobre todo el buen ambiente, te convertirá en asiduo.
La terraza de Bulla

Hemos hablado del restaurante, de sus dos plantas y de lo bien que se come, sin embargo hay que poner el foco en su terraza, dividida en toldos y climatizada. Un espacio que suma y puedes disfrutar todo el año.
Bulla Club

Y ahora llega el remate final, el secreto de Bulla se llama Bulla Club, un speakeasy, un local secreto, un club donde seguir la noche sin salir del restaurante. El espacio donde la música se mezcla con un ambiente íntimo de fiesta perfecto para completar un día muy divertido. (Abierto de jueves a sábados, hasta las 4h)





