Descubrimos seis tiendas de moda de Madrid en las que sus dueños y diseñadores hablan de sostenibilidad, calidad y originalidad. Espacios discrepantes que, alejados de las modas, son capaces de crear su propia tendencia.
Vanesa Serrano es la responsable de la tienda Rughara (Corredera Alta de San Pablo, 1) situada en pleno barrio de Malasaña. Su cabellera roja y rizada sirvió de inspiración para poner el nombre a este espacio; así es como se escribe pelirroja en esperanto.
Rughara es una tienda de moda con personalidad propia en la que, además de ropa y complementos, encontramos arte, muebles de diseño y Ater Cosmo, una tienda de música electrónica donde se venden discos de vinilo y se celebran sesiones de DJs.
“En Rughara creemos en una moda atemporal y sostenible”
Una concept store en toda regla. “En Rughara creemos en una moda atemporal y sostenible”, explica Vanesa. Su filosofía parte de valores claros a la hora de seleccionar las marcas que vende. Producción europea, con políticas transparentes de empleados y procesos no contaminantes en busca de lo ecológico 100%.
En Rughara puedes encontrar ropa para hombre y mujer, al igual que complementos. “Me vuelven loca los zapatos, así que encontrarás la bota para tu día a día o el zapato más arreglado para un evento”.
Madrid y los viajes inspiran a Vanesa Serrano para definir el estilo de su tienda y de la ropa que diseña, que además dice sentar las bases de su trabajo en conceptos modernos como feminismo o medio ambiente.
Pie de foto imagen de portada: Vanesa Serrano es la propietaria de la tienda de moda y complementos Rughara.
Una moda diferente, atrevida, fresca y muy femenina, que se inspira en los años 50 y la cultura Rockabilly.
Cruzando la Plaza de San Ildefonso, llegamos a Lady Cacahuete (Corredera Baja de San Pablo 26), una pequeña tienda donde la diseñadora Eva Arinero y su equipo venden una moda diferente, atrevida, fresca y muy femenina, que se inspira en los años 50 y la cultura Rockabilly. También exclusiva, ya que de cada diseño solo llegan a la tienda muy pocas piezas.
“La inspiración visual me llega de libros de arte y colecciones de fotos que recopilo. También me atrae la estética de directores con una visión particular como David Lynch, Wes Anderson o Pedro Almodóvar o la representación gráfica de épocas como los años 80 en California, el manga y el animé noventeros o el Berlín de los cabarets de la década de 1930”, explica Eva.
Su colección de primavera-verano 2020 se llama “Viaje a San Junípero” en homenaje a la estética de los años 80, tanto de series y películas como de cantantes como Donna Summer o Samantha Fox. Y presenta un estilo retro, alegre y lleno de colorido.
El feminismo es otro de los motores creativos de Lady Cacahuete. “Es uno de los temas sociales que más me afecta directamente, tanto porque somos mayoría de trabajadoras dentro de la pequeña plantilla, como porque además sentí un gran deseo de hacer una colección dedicada a mujeres extraordinarias de la historia”.
“Para nosotros la tendencia de verano nos lleva a un carnaval oriental o una fiesta flamenca”
En el barrio de Chueca descubrimos Picnic (Calle Barbieri, 9) una tienda de moda urbana con camisas de colores estampadas con simpáticos motivos como plátanos, motocicletas, gafas de sol o naves espaciales. Prendas ligeras y de sencillo patrón y one size para camisas y camisetas no gender.
Originalidad para personalidades poderosas y divertidas. Así se plantea la moda Javier De Mulder, en un mercado cada vez más saturado y donde la diferencia importa.
“Para nosotros la tendencia de verano (y también de invierno) nos lleva a un carnaval oriental o una fiesta flamenca con estampados de lunares o una góndola pirata como la del capitán Jack Sparrow.
Vivimos en un mundo globalizado y nuestras prendas tienen que destacar”, comenta De Mulder.
Cada diseño de estampado y tela elegida, responden a una doctrina de vida donde sonreír es el mensaje que habla de igualdad de género. “Teniendo la tienda en Chueca nuestra clientela ha hecho que nos adaptemos a la comunidad LGTBI, que siempre aportan creatividad a la ciudad de Madrid”, concluye el dueño de la tienda Picnic.
Las personas que compran en Loreak Mendian tienen espíritu urbano y quieren vestir con un estilo singular.
En la calle Santa Bárbara, 4 está Loreak Mendian, una tienda de moda con un estilo basado en el diseño contemporáneo, en muchos casos revisitando clásicos, siempre partiendo de la base de prenda cuidada, funcional y con una perdurabilidad en el tiempo increíble gracias a la calidad de los materiales y la confección.
Las personas que compran en Loreak Mendian tienen espíritu urbano, les gusta el diseño y quieren vestir con un estilo singular y vivir con comodidad en su día a día, tanto para el trabajo como para el ocio.
“El arte contemporáneo es la principal fuente de inspiración en nuestras colecciones, siempre teniendo en cuenta pilares fundamentales en la marca, como la funcionalidad de la prenda, la importancia de la perdurabilidad en el tiempo y la elegancia para el día a día en la ciudad”, explican los responsables de esta marca fundada en 1995 en San Sebastián.
Esta temporada han apostado por colores que van desde las gamas tierras hasta los neones. El traje chaqueta es un imprescindible en la colección y para ambos géneros. Siendo verano, los estampados también ocupan un lugar importantísimo en las nuevas piezas.
Para los diseñadores vascos, Madrid, al igual que la mayoría de capitales, es un núcleo de ebullición importante, sobre todo en el mundo de la creatividad. Constantemente están pasando cosas y es un buen lugar en el que empaparte de todo, investigar y probar cosas.
Estilo afrancesado con multimarca, en su mayoría provenientes de pequeños talleres de Paris.
Para la tienda Cosette (Calle Lagasca, 68) con más de 25 años de experiencia en el sector de la moda, la clave de su trabajo es la tendencia sin excesos. Estilo afrancesado con multimarca, en su mayoría provenientes de pequeños talleres de Paris, para un perfil amplio, de una edad comprendida entre los 20 a 65 años, nivel adquisitivo medio alto y con el denominador común de ser clientas apasionadas de una moda versátil y actual.
“Hace un par de temporadas nos lanzamos a la fabricación propia y nos funcionó muy bien. Aprendimos a romper el hielo dentro de este sector y este será nuestro futuro no muy lejano”, comenta Belén García, una de las fundadoras de Cosette.
Para este verano cuelgan en sus perchas vestidos románticos camisas con cuellos bebé en tejidos naturales, algodones, sedas, looks en colores pistacho, pantone classic blue y color camel como nuevo básico, sustituyendo al negro.
En su libro de estilo trabajan “en la medida de los posible” de la forma más sostenible posible, apostando por proveedores locales o europeos y con tejidos sostenibles, ecológicos y reciclados.
Sobre la importancia de vender moda en Madrid, Belén afirma que: “Madrid es una ciudad fantástica en donde poder enfocar y desarrollar una empresa de moda, la gente es muy abierta y hay mucho turismo interesado en comercio local. Las tiendas físicas siguen siendo el futuro en la industria de la moda, a la gente le gusta ir de shopping , a tiendas que cuidan los detalles, con una buena selección de producto, con buena selección musical, rica aromatización, y con una atención y asesoramiento personalizado”.
“La Intrusa es una tienda para mujeres que no quieren comprar toda su ropa en Zara, Lefties o Primark”.
Dejamos el barrio de Salamanca para volver a Malasaña, concretamente a la tienda La Intrusa (Calle Corredera Alta de San Pablo, 33). Roberto Navazo, María Delgado y Andrea Álvarez diseñan ropa cómoda y atemporal, “prendas que puedo usar este año y el siguiente; ropa que uso en verano, y que en invierno le incorporo unos pantys y también me vale.
La Intrusa es una tienda de ropa y complementos para mujeres que no quieren comprar toda su ropa en Zara, Lefties o Primark. Y que se aburren visitando esas tiendas gigantescas”, aclara Andrea Álvarez.
En la elección de diseñadores cuentan con marcas españolas, argentinas y tailandesas. También tienen objetos de decoración, bisutería, papelería e ilustración.
Si le preguntamos por la tendencia de este año, sus miradas cómplices les llevan a una gran carcajada. “Nos reímos porque el negro es el color del que huimos pero al que recurrimos en cada colección. Es inevitable que aparezca, es un básico, un salvador, un disimulador de imperfecciones. ¡Odiado y amado negro! Cuando lo hacemos en rojo y verde…siempre alguien pregunta… ¿y lo tenéis en negro?”.
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