Es la segunda versión del modelo GLC y compite con adversarios como F-PACE de Jaguar o el Porsche Macan
Todas las creaciones de la cocina del chef Dabiz Muñoz (imagen de la marca) comienzan llamando la atención por su aspecto singular. Lo mismo sucede en el primer encuentro con el Mercedes Benz GLC Coupé, sus líneas son bellísimas, puede que tenga el trasero más bonito de la industria automovilística. Pero esto es solo la primera impresión, porque la estética de este SUV guarda lo mejor en su interior, comenzando por la experiencia de conducción. Asientos deportivos, volante con sección inferior plana o los instrumentos con óptica tubular que refuerzan la sensación de vehículo deportivo desde el puesto de mando.
Además, es tracción a las cuatro ruedas permanente o 4MATIC, como lo llama Mercedes, suspensión deportiva, cambio automático y nueve velocidades (excepto en la versión híbrida que tiene siete).
En el apartado de equipamiento, vuelve a sorprender. Pantalla a calor de 7 pulgadas, detección vehículo angulo muerto, aviso de cambio de carril, sistema de prevención de colisión frontal, ayuda al aparcamiento, ayuda al arranque en pendiente o la posibilidad de elegir el tipo de conducción entre eco, confort, sport y sport+.
Su precio, según modelo, comienza en 52.000 €. hasta los 72.000 €.
El innovador sistema de asistencia a la conducción DISTRONIC PLUS mantiene automáticamente una separación segura respecto al vehículo delantero. Incluso frena cuando es necesario.