La Plaza de Cascorro, en el barrio de Embajadores, es el cruce de caminos de un lugar emblemático de Madrid donde comienza El Rastro, inicio de la Cuesta de Curtidores, y uno de los espacios neurálgicos de la renovación del distrito Centro que desde hace una década se moderniza sin perder su esencia.
La plaza de Cascorro
La Plaza de Cascorro es el homenaje al «cerco de Cascorro», una pequeña localidad cubana donde en 1896 el ejército español, durante la Guerra de la independencia cubana, defendió el ataque del ejercito independentista cubano.
Durante el asedio al fuerte español, destacaron los actos del soldado Eloy Gonzalo, quien se arrastró con una lata de petróleo hasta donde atacaban los insurrectos, prendiéndole fuego y regresando a su posición.
Los españoles consiguieron resistir hasta la llegada del general Adolfo Jiménez Castellanos, que les liberó.
Entre los días 3 de octubre al 6 de noviembre de 1896, fuerzas cubanas asediaron una vez más el poblado. El sitio terminó cuando los españoles, después de incendiar el pueblo, emprendieron una marcha precipitada hacia Sibanicú.
El héroe Eloy Gonzalo
El monumento que se erige en la plaza, inaugurado en 1902, es la estatua del soldado Eloy Gonzalo. Se puede apreciar una cuerda que rodea su cuerpo, atada a una lata de gasolina, en recuerdo a su gesta.