A veces, lo que más apetece es romper con la rutina y probar algo distinto. Salir de la zona de confort puede ser tan sencillo como atreverse a dar un paso diferente, aunque sea pequeño.
Si te ronda la idea de cambiar de aires, aprender algo nuevo o simplemente vivir experiencias que te saquen de lo habitual, aquí tienes algunas propuestas para animarte a dar ese primer salto.
Abrir la puerta a lo inesperado
Cambiar de escenario, aunque sea por unos días, puede transformar la forma en la que ves las cosas. No hace falta cruzar medio mundo para sentir que todo es nuevo, basta con perderse por un barrio desconocido, dejarse llevar por la curiosidad o probar un plato que nunca habías pedido. Viajar nos pone a prueba y, sin darnos cuenta, nos ayuda a descubrir facetas propias que no conocíamos.
Hay quien disfruta improvisando y quien prefiere tenerlo todo bajo control. Lo cierto es que, sea cual sea tu estilo, los viajes siempre traen sorpresas; una conversación inesperada, un paisaje que te deja sin palabras o ese pequeño reto de desenvolverte en otro idioma. Si buscas una experiencia que combine aventura y aprendizaje, estudiar un curso de inglés en Londres puede ser una opción muy completa. Principalmente porque además de mejorar el idioma, te sumerges en la vida cotidiana de una ciudad vibrante, con todo lo que eso implica; adaptarte, conocer gente nueva y aprender a moverte en un entorno diferente.
A veces, lo más difícil es decidirse. Pero una vez en marcha, cada viaje deja recuerdos y aprendizajes que se quedan contigo mucho tiempo después de volver a casa.
El placer de empezar de cero
Por su parte, lanzarse a aprender algo nuevo es otra forma de salir de la zona de confort. Puede ser apuntarte a clases de cocina, probar un deporte diferente o animarte con un instrumento musical. Lo interesante no es solo el resultado, más bien lo es el proceso, por eso equivocarse, volver a intentarlo y disfrutar de cada pequeño avance es tan gratificante.
Compartir el aprendizaje con otras personas también suma. Los talleres y cursos en grupo ayudan a mantener la motivación y crean un ambiente en el que es más fácil atreverse y reírse de los errores. Por ejemplo, EF ofrece programas de estudio en el extranjero con escuelas propias en muchas ciudades del mundo.. Si te animas a probar, verás que el miedo inicial se va diluyendo y que irás sintiéndote más cómodo en terrenos desconocidos.
A veces, basta con pequeños cambios, por ejemplo, leer sobre un tema nuevo, cambiar la ruta habitual o apuntarte a una charla. Cada paso fuera de la rutina aporta algo distinto y te prepara para afrontar otros retos con más confianza.
No necesitas grandes hazañas para salir de la zona de confort, lo importante es atreverse a probar, equivocarse y disfrutar del camino. Viajar, aprender y vivir nuevas experiencias nos ayuda a crecer y a mirar la vida con otros ojos. Si tienes la oportunidad, lánzate a por ese plan que te ronda la cabeza. Puede que descubras algo que te sorprenda, incluso de ti mismo.
