Viajar en coche se ha vuelto una de esas experiencias que, una vez las pruebas bien, ya no quieres dejar. Hay algo especial en lanzarte a la carretera, sin horarios estrictos ni maletas medidas al milímetro. Volar te lleva rápido de un punto a otro, pero un roadtrip te da algo que un avión simplemente no puede darte: libertad, descubrimientos inesperados y recuerdos que se hacen por el camino. Vamos a ver por qué cada vez más gente prefiere subirse al coche y simplemente… dejarse llevar.
El momento de decir “nos vamos”
Hay algo increíble en ese instante en que decides salir de viaje en coche. Cero estrés, cero prisas. Solo tú, tus acompañantes, y la carretera. Puedes parar cuando quieras, cambiar la ruta, improvisar. Literalmente, el viaje es tuyo.
Gasta menos, disfruta más
Viajar en coche también suele salir más barato. Si vas en familia, por ejemplo, y tienes que comprar cuatro billetes de avión, los gastos se disparan fácil a los 500 €. Pero si haces ese mismo viaje en coche, sobre todo si es híbrido o eléctrico, te puede costar una fracción.
Literalmente, puedes recorrer 1.000 km con menos de 70 €, o incluso unos 20 € si es eléctrico.
Y lo mejor es que con ese ahorro puedes permitirte otras cosas, como una buena comida, una noche extra en un hotel… o, algo de entretenimiento en el casino online Betfair mientras descansas en una parada larga.
Lo mejor no siempre es el destino
Esto es de lo más bonito de los roadtrips; a veces lo mejor del viaje no es llegar, sino lo que te encuentras por el camino. Una gasolinera con un café espectacular, un pueblo que no conocías y termina siendo tu sitio favorito del viaje, un desvío que te lleva a un sitio increíble que ni sabías que existía.
Menos impacto en el planeta, más conciencia
Si además te preocupa el medio ambiente, viajar por carretera también puede ser una forma más responsable de moverte. Un vuelo, aunque sea corto, genera bastante CO₂. Pero si viajas en un coche eléctrico o híbrido, puedes reducir esa huella muchísimo. Algunos modelos, cargando con energía verde, directamente no emiten CO₂. Y eso tiene mucho sentido si tu ruta incluye parques naturales, pueblos pequeños o espacios tranquilos. Es una manera más consciente y respetuosa de conocer el país, sin dejar una marca negativa a tu paso.
Prepararte bien no tiene por qué ser complicado
Aunque la idea es lanzarse y disfrutar, tampoco está mal revisar algunas cosas antes de salir, como mirar los neumáticos, llevar el coche al día, buscar opciones de entretenimiento como las slots para las paradas, cargar mapas offline por si no hay señal en algún tramo… Y por supuesto, no puede faltar una buena lista de música o podcast para que el viaje se haga más ameno. Algunos coches modernos, como los Renault con sistemas multimedia openR link, te lo ponen fácil con mapas, comandos por voz y todo lo que hace falta sin despegar las manos del volante.
Cada coche tiene su estilo
Existen coches para todos los tipos de viajeros. Si viajas con familia o con mascotas, necesitas espacio. Otros prefieren algo más compacto para meterse por cualquier callejón de un pueblo o aparcar sin dramas.
Las marcas en la actualidad, ofrecen mucha variedad, como los híbridos suaves o los eléctricos completos. Renault, por ejemplo, tiene modelos para quien quiere ahorrar, cuidar el planeta y moverse con estilo. Lo bueno es que puedes elegir lo que más encaje contigo y con tu plan.
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