Una pieza de arte urbano aparecida en Lavapiés, que homenajea al doctor Fernando Simón, reabre la polémica sobre el grafiti en Madrid. Hemos entrevistado a su autor, que protege su identidad bajo el pseudónimo de Nean.
Vaya movida con San Simón, ¿cómo se te ocurrió hacer este homenaje?
Pues sí, la verdad es que no me esperaba para nada tanta repercusión, ni tampoco era mi intención. A veces intento conectar la realidad actual con el arte urbano para llamar más aún la atención, por lo que Fernando Simón, que ha sido la cara mediática más visible durante la cuarentena, era ideal para ello.
Quisiste valorar el trabajo del doctor y, a la vez, has provocado de nuevo el debate sobre el arte urbano.
Más que un debate sobre el arte urbano, se han creado debates sobre si lo hizo bien o no. Más allá de meterme en la calidad de su trabajo, está claro que una paciencia enorme sí ha tenido. No era mi intención alcanzar tanta repercusión, de hecho, hasta me intimidó un poco. No estoy acostumbrado a este tipo de cosas, aunque sea desde el anonimato en redes sociales. Luego, viéndolo desde fuera, es algo que me hace mucha gracia.
Creciste en el Alcorcón de los 90, cuando había un movimiento muy importante de grafiti y Hip Hop, ¿qué recuerdas de tus primeras impresiones y tu primera firma?
Recuerdo ver los primeros grafiti en una calle cercana a mi barrio, un mural hecho, entre otros, por el Sems, el Juez, la Chil y el Dark, y en especial, un Spiderman gigante que hizo Wendy. Sin duda fue mi primer recuerdo en cuanto al grafiti, y me impresionaba mucho. Siempre que pasaba por allí, quería ir a verlo.
También recuerdo con especial cariño la primera vez que firmé en la calle, pero no era consciente de la importancia del grafiti. Sin embargo, con el paso de los años, el grafiti es algo que me gusta mucho más para admirar que para practicar. Me gusta mucho más el arte urbano en sí, que el propio grafiti (entendido como obras realizadas con spray).
¿Cómo y por qué eliges el mosaico?
Es una forma muy original de arte urbano, muy llamativa y vistosa y que nadie utiliza, salvo, obviamente, el pionero en esta técnica, que es el artista francés Invader. Me gusta especialmente esta técnica porque imita a la perfección los píxeles de una imagen retro, muy sencilla, simple, y fácil de memorizar, algo que considero esencial en el arte urbano para favorecer que dicha imagen sea reconocida por el espectador.
«El arte urbano tiene y debe de seguir siendo ilegal porque es una de sus esencias y principales fundamentos»
¿Crees que es importante que el arte urbano siga siendo ilegal y perseguido para mantener su esencia o luchas por descriminalizarlo?
Es una pregunta difícil de contestar. En mi opinión, el arte urbano tiene y debe de seguir siendo ilegal, porque es básicamente una de sus esencias y principales fundamentos. El arte urbano es aquel que se hace cuando y como el artista quiera, sin pedir permiso. Por ello, es imposible que no existan personas que lo vean como algo vandálico. Sin embargo, creo que está bien que se de apoyo y visibilidad a los artistas mediante asociaciones y eventos que puedan ayudar a darse a conocer, pero siempre sin perder de vista su procedencia, que es la calle y sin permiso.
«El grafiti surgió entre las clases pobres como intento de buscar una identidad, es decir, como haciendo un llamamiento del “yo también existo”
¿Cuáles son las claves sobre las que se sujeta el movimiento cultural del grafiti?
El grafiti surgió entre las clases pobres como intento de buscar una identidad, es decir, como haciendo un llamamiento del “yo también existo” y dejar tu huella en el tiempo, además de ser un movimiento que hace suyo el espacio público, tomando la parte que te corresponde. Por otro lado, una de las partes más atractivas del grafiti es intentar dejar tu nombre en la mayor parte de sitios posibles, y cuantas más veces, mejor aún. Es bonito ver, incluso, competiciones entre escritores sobre quién plaga más tan sólo con su tageo. Por último, creo que el grafiti es un movimiento en el que se pueden hacer lazos con mucha gente, incluso conocer sitios nuevos a lo cuales sin el graffiti no llegarías nunca. Aunque existe mucha competitividad dentro del grafiti, creo que, en general, es un entorno bastante amable.
¿Personalmente, qué temas te gusta reflejar y cuál es tu motivación?
A parte de algún tema de actualidad, en general cualquier cosa que guste. Una de las cosas que más me gusta del arte urbano es cuando juega con el entorno, es decir, que no es una obra aislada en una calle, sino que además incluye al propio espacio público dentro de la obra. Muchas veces, recorriendo la ciudad, se me ocurren obras a raíz de ver una esquina de la ciudad. Creo que es la parte más difícil del arte urbano, ya que necesitas conocer la ciudad para realizar una obra, por lo que el trabajo se multiplica, especialmente si viajas fuera de tu ciudad.
¿Por qué has dicho que el arte urbano es terapéutico?
Porque me ayuda a aislarme de mi vida normal y de la rutina diaria. Rompe con la monotonía e incluso me ayuda a evadirme de pensamientos o problemas.
Como colectivo artístico y cultural, ¿hacia dónde crees que debe caminar?
Hacia un mayor reconocimiento, sin duda alguna. Aunque la esencia de la ilegalidad hace que eso sea difícil, pero es algo que es preciso no perder nunca.
«Siempre estarán esas personas que admiran una obra de Bansky en la calle pero luego critican otra en su barrio hecha por otro artista diferente»
De las primeras firmas en Filadelfia y Nueva York, a estudiarse en Bellas Artes, ¿cómo sientes el aplauso o el reproche de las personas?
Los aplausos me los tomo bien, a uno siempre le gusta saber que hay gente a la que le gusta lo que haces. Respecto a las críticas, al final son siempre las misma frases, muy pocas veces constructivas, y la verdad, no les hago mucho caso. Quizás con la inclusión en los museos y galerías de arte de artistas que provienen del arte urbano ilegal (Bansky, Obey, André Saraiva, o aquí en España gente como el Sabek, Spok o Imon Boy) es posible que esté ocurriendo un cambio de mentalidad respecto al arte urbano y el grafiti y que sea visto como menos vandálico. Luego siempre estarán esas personas que admiran una obra de Bansky en la calle pero luego critican otra en su barrio hecha por otro artista diferente.
¿Te ha cogido alguna vez la policía?
Digamos que… es un riesgo al que siempre te enfrentas y que está ahí.
«Me fastidia tener que reprimir las ganas de colocar una pegatina en algún sitio porque voy acompañado de personas que no lo saben»
¿Cómo conviven el artista anónimo con el ciudadano?
Lo hago con mucho sueño, ya sea de estar en casa realizando nuevos diseños o de salir a la calle a colocar nuevas obras y de tener que madrugar al día siguiente para ir a la oficina. Por lo demás, intento mantener mi anonimato lo máximo posible. Algo que a veces me fastidia mucho es el tener que reprimir las ganas de colocar una pegatina en algún sitio porque voy acompañado de personas que no lo saben. La verdad es que le cuento esto a pocas personas.
¿Cuál es el próximo trabajo que veremos en las calles de Madrid?
¡Para eso habrá que salir a la calle y buscar para verla!
Ver corto documental de La purezza del quartiere. Ir al canal Youtube.
Fotografías cedidas por Nean.
Te gusta el arte urbano y el grafiti… Sigue leyendo.
