Hay que atravesar la pizzería Sakro para iniciar el viaje -escaleras abajo- a La analógica, una pequeña coctelería donde la penumbra esconde grandes tragos y música pinchada en vinilos que acoge a un público moderno en busca tranquilidad y un pellizco de nostalgia.
Coctelería La analógica
Podría ser un refugio secreto, sin duda, un bar clandestino, lo que llaman speakeasy, pero como estamos en los años 70-80, lo dejamos en bar. Un bar cojonudo, diferente, confortable, donde Nico agita su coctelera, tras la barra, y un tocadiscos deja correr su aguja sobre los vinilos que suenen completos, uno detrás de otro, sin cortes, ni el estrés de mezclar temas.
La analógica es pequeño, apenas cuenta con 6 mesas y una barra con dos taburetes. La luz es escasa y de las paredes cuelgan fotografías positivadas y enmarcadas que acompañan a los grupos de amigos que disfrutan de una coctelería de autor con inspiración oriental.
Mientras suena el disco de los Strokes, Nico, un angelino que lleva viajando por el mundo seis años, prepara un «dunes» (12€) Whisky macerado con Chai, cold brew casero, licor café, pecana y clara de huevo. Muy rico, cremoso y equilibrado… Si prefieres los cócteles cíticos, pídete el «Japanese breakfast», ginebra, lichi, pomelo y bonanto (vino blanco). (11€). Ahora suenen Arctic Monkeys.
Cócteles en Malasaña
La carta de cócteles de La analógica ofrece doce combinados inspirados en canciones que le gustan a Nico, el bartender y dueño del local. Y en su elaboración, además de creatividad y experiencia, utiliza maceraciones y estratificaciones (niveles de sabor) propias para conseguir cócteles sorprendentes que acompañan a otro ingrediente fundamental de este bar como es la autenticidad.
No os lo quería contar para encontrar siempre mesa con mis amigos, pero este es mi trabajo… : ) A disfrutar! #placetea
La analógica está en la calle Espíritu Santo, 15. Malasaña. Madrid. Lunes y martes cerrado. El resto de la semana abre a las 19 h.
Texto y fotos: Javier Estrada Gutiérrez.