Taberna Garelos guarda la esencia de la cocina tradicional gallega y el capricho del mejor marisco. Todo es auténtico y está rico en esta taberna que te hace viajar a Galicia entre bocados con sabor y excelente producto.
El barrio de Chamberí tiene motivos para felicitarse por la llegada del restaurante Garelos. El acento gallego de su dueño, Antonio Couceiro «Sanchón», es igual de auténtico que los platos que sirve en su taberna.
Ladrillo rojo, mesas de madera y viñetas dibujadas sobre papel, son el escenario de un sitio especial, un restaurante donde se come producto gallego, siempre fresco, y cocinado en casa.
Tortilla, empanada y carne asada
«Compramos la máxima calidad sin que importe el precio», dice Antonio Couceiro, como primera declaración de intenciones. En la mesa, tortilla de Betanzos -la de verdad- (9€), empanadas de xoubas (sardinas), zamburiñas o berberechos (13,50€) y la especialidad, el guiso de carne al que llaman Cañón de Sanchón (18€), una prodigiosa receta heredada que sigue cocinando como le enseñaron sus abuelas, cinco horas, a fuego lento, en ollas «de toda la vida». De postre filloas caramelizas (6€) y una tarta de queso (6€) muy buena.
En la bodega, más orgullo gallego. Vinos atlánticos como Ribeiros, Godellos o Mencías y mucho Albariño.
Marisco
Pero la carta de Garelos guarda la sorpresa del capricho y la fiesta culinaria. Antonio Couceiro compra el mejor marisco posible, respetando las temporadas. «En abril y mayo ya no traigo centollas porque vienen vacías», explica este cocinero gallego que llena todos los días su restaurante en Madrid.

«Lo que más gusta son los santiaguiños, que mucha gente no sabe lo que son y nunca ha comido», continúa Couceiro. Además, en la carta de Garelos se puede disfrutar de merluza de pincho (19,90€), salpicón de rape y marisco (17,50€), rape con gambón y risotto de queso Arzúa (23,90€) o tartar de atún rojo con patata gallega (19.50€). Y cuando las hay buenas, cigalas de tronco.
Cocina gallega
Cada noche del 16 de agosto, los garelos* prenden los «pachuzos» (manojos de paja) que hacen volar el Globo de Betanzos, miles de personas abarrotan la Plaza del Campo y entre ellos un niño, Antonio soñando con ser cocinero. Comenzó a trabajar a los 14 años y tras pasar por la Escuela de Hostelería de Pontedeume, aprendió el oficio en buenas cocinas de Galicia y el resto de España. Hoy es dueño de su propio restaurante en Madrid desde el que propone una cocina de su tierra llena de verdad y calidad. Las tres claves del éxito de Garelos, nos cuenta, «son el producto, el precio y el servicio».
El Globo de Betanzos
El Globo de Betanzos es la fiesta más importante de esta localidad coruñesa. Se celebra la noche del 16 de agosto, en las fiestas de San Roque, y se hace volar un aerostato de papel no tripulado, fabricado por los betanceiros con grandes trozos de papel de estraza dibujados con viñetas humorísticas por artistas locales.
Esta arraigada tradición, que data de 1814, es uno de los motivos que han inspirado la decoración del restaurante Garelos. Los dibujos del artista Xosé Tomás sobre cuarterones del Globo de Betanzos cuelgan de las paredes de esta taberna gallega.


Betanceiros o garelos*
El nombre del restaurante hace referencia a uno de los dos gentilicios de Betanzos. Así, sus habitantes son llamados betanceiros o garelos.
Galería Canalejas
Recientemente, animado por el éxito de su propuesta en la calle Blanca de Navarra, Antonio Couceiro ha abierto un espacio gastronómico en la lujosa y chic Galería Canalejas, en el edificio del Hotel Four Seasons de Madrid.
El nuevo «furancho» de Antonio
Pero esta ola de buena cocina gallega no se detiene en Canalejas, Antonio abrirá en breve otro restaurante muy cerca del primero. Se trata de un «furancho», una casa de comida casera inspirada en la tradición gallega de vender el vino que se cosecha y produce para el auto consumo de muchas familias. Una rama de laurel colgada de la puerta de la casa, avisa al vecino o viajero de que puede pasar a comer una tortilla y beber el vino del país.
La Taberna Garelos está en la calle Blanca de Navarra, 6.
La Bodega de Garelos. Calle Monte Esquinza, 26.
Garelos – Furancho Gallego. Calle Españoleto 11.