José Manuel Casteleiro es Doctor Ingeniero Industrial, Licenciado en Ciencias Físicas, Ingeniero T. Aeronaútico, ex Catedrático de la Universidad Politécnica de Madird y ex director técnico de proyectos espaciales de INTA y ha desarrollado una teoría que explicaría el método de construcción de las pirámides de Egipto. Se trata de una solución seria realizada desde el punto de vista de la ingeniería y congruente con el nivel técnico de hace 4.500 años.
Casteleiro ha reflejado su estudio en un libro titulado «Así se hizo la pirámide de Keops».
Usted no es egiptólogo ni especialista en construcción. ¿Por qué ha escrito un libro sobre la construcción de la Pirámide de Keops?
Empecé a interesarme por las pirámides a raíz de un viaje a Egipto hace casi 40 años. Allí conocí el misterio que rodea a su construcción y quedé fascinado para el resto de mis días. Inmediatamente me puse a estudiar la carrera de Historia en la UNED, y aunque no la terminé, siempre me quedó la admiración por Egipto. Pasaron muchos años y una vez jubilado sostuve varias charlas con un profesor amigo, gran defensor de la teoría que sostiene que las pirámides son obra de los extraterrestres, quien, ante mi cerrada negativa, me retó a que propusiera un método racional de construcción de la pirámide de Keops. Como tengo mucho tiempo libre puse manos a la obra y fui poco a poco colocando un bloque al lado de otro hasta dar con el procedimiento propuesto. Como tengo mentalidad práctica de ingeniero “cuadriculado” pensé que la tecnología de la época en que se hicieron (hace unos 4.500 años) solo permitía un método de construcción sencillo, muy diferente de las disparatadas teorías vigentes. Vi posible una solución y eso acabó de motivarme.
¿Cuáles son esas “disparatadas teorías”?
Hay de todo y no todas lo son, por supuesto. Increíblemente, la teoría con más adeptos, mi amigo entre ellos, es la que defiende que las pirámides son obra de extraterrestres. También se han propuesto rampas gigantes varias veces mayores que la propia pirámide; sistemas hidráulicos a base de flotadores que elevan bloques de granito de varias toneladas por tubos verticales llenos de agua del Nilo; galerías internas en espiral por donde se afanarían como termitas centenares de obreros sin apenas luz ni aire; grúas, poleas y cables imposibles para la época; cuadrillas de obreros gigantes de 3 o 4 metros de altura … echar un vistazo a todo lo que circula por Internet sobre este tema es impresionante.
¿Hay alguna teoría mayoritariamente aceptada?
Están las rampas helicoidales de Marc Lehner y de Jean Pierre Houdin. El primero propuso un inteligente método que es imposible, geométricamente hablando, como se explica en el libro. El segundo, el arquitecto francés Houdin propone además un sistema de carricoches y contrapesos para elevar bloques de 60 toneladas por la misteriosa Gran Galería interna de la pirámide. Todo ello es claramente inviable, en mi modesta opinión.
«Muchas de las teorías mayoritariamente aceptadas hasta ahora implican problemas imposibles para la tecnología de hace 4.500 años, en plena Edad del Cobre, cuando no se había inventado la rueda, las matemáticas eran rudimentarias e intuitivas»
¿Por qué piensa que son inviables?
Porque implican problemas imposibles para la tecnología de hace 4.500 años, en plena Edad del Cobre, cuando no se había inventado la rueda, las matemáticas eran rudimentarias e intuitivas, el mundo se consideraba plano y el único orden conocido se reducía a los ciclos vitales, los períodos estacionales y las crecidas del Nilo. ¿Cómo es posible elevar bloques de piedra de 60 Tm a unos 60 metros de altura (igual a edificios de 20 metros)?. Sin disponer de grúas, camiones o cables de acero, hay que pensar por ejemplo en 6 cuerdas gruesas de lino de unos cien metros de largo cada una para poder arrastrar el bloque con un centenar de hombres por cuerda tirando en paralelo. Esto era dificilísimo para la época, y precisamente es lo que se puede hacer perfectamente con el método propuesto.
¿Y cuál es el método que usted propone? ¿En qué se basa?
Es un sistema de rampas móviles desmontables de dos tamaños y pocos grados de inclinación (30 a 70). Rampas pequeñas para elevar bloques cúbicos de granito de aproximadamente un metro de arista (los más comunes) y rampas grandes para elevar los gigantescos bloques de hasta 60 toneladas que configuran la Cámara del Rey. Esta cámara está situada a unos 60 metros de altura como indiqué anteriormente, y elevar hasta allí esos bloques fue el principal reto al que se enfrentaron los egipcios. Este método propuesto es de gran simplicidad técnica y permite la construcción abordando simultáneamente los cuatro lados de la pirámide. Este trabajo en paralelo con un gran número de obreros es una de las principales claves: los antiguos egipcios no podían ser grandes genios de la técnica, pero sí lo fueron de la organización. Movilizaron ingentes cantidades de obreros, con las tareas planificadas, diversificadas y ajustadas a las épocas del año en que podían trabajar. Y es que los obreros no eran esclavos, y su trabajo en las pirámides se limitaba al período en que sus campos estaban anegados por las crecidas del Nilo.
¿Se puede comprobar su método?
En el libro hay varios cálculos geométricos y de fuerzas de arrastre de los bloques para distintos grados de inclinación de las rampas. También se calcula que los tiempos de ejecución con el método propuesto serían menores de 15 años, lo que haría viable la operación en el tiempo de vida del faraón. Eso en el plano teórico. Pero experimentalmente, también pueden hacerse ensayos sobre fuerzas de arrastre o simulaciones reales de elevación de los grandes bloques con el número de operarios necesarios para su ejecución. Estoy intentando gestionar estos ensayos en la Universidad Politécnica de Madrid con el profesor Antonio Ros, que también ha colaborado en el libro.
¿Y algo para visualizar el método?
¡Sí! Están las animaciones digitales en tres dimensiones o, más sencillamente, la realización de maquetas a escala con piezas simples. Una especie de juego de Lego ilustrativo de cómo se dispondrían las rampas, se elevarían los bloques e irían ganando altura las terrazas. Esa maqueta ocuparía una superficie de menos de 3 metros cuadrados usando piezas cúbicas del tamaño de un terrón de azúcar (un centímetro de arista) como modelos de los bloques comunes de granito de un metro cúbico. Cabría en una habitación pequeña, ¡pero no la hago en mi casa para no agotar la paciencia de mi mujer!
«De la comunidad científica sólo he encontrado un silencio que revela cierta incomodidad. Nadie me ha discutido, criticado o negado el método»
¿Qué opina la comunidad científica de su método?
Pues, como era de esperar, nada. Aparte de la positiva acogida de mis amigos (gracias a ellos he podido abordar este trabajo), sólo he encontrado un silencio que revela cierta incomodidad. Nadie me ha discutido, criticado o negado el método. Sé que el de las pirámides es un mundo lleno de pasiones y aristas, y que, periódicamente, llegan ideas geniales a los despachos de los egiptólogos, que lógicamente están hartos. O quizás es que algo tan sencillo como un juego de rampas móviles no resulta nada estimulante y se prefiere vivir en un mundo lleno de misterios. O también que, como suele ocurrir en este país, las ideas propias no se escuchan. Hace poco, por ejemplo, salió una noticia en los periódicos sobre el descubrimiento por parte de unos arqueólogos americanos del método de alineamiento de las pirámides basado en las referencias tomadas con la sombra de una estaca durante el solsticio de otoño. Escribí al director del periódico enviándole el libro e indicándole que esa idea ya estaba en el mismo. Y nada, ni caso.
Este libro ha sido editado por ©F.G.U.P.M. Sección de publicaciones E.T.S. Ingenieros Industriales.
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El único problema que veo a su solución para levantar una pirámide como la de Keops, es la cantidad de bloques trabajados que hay que utilizar para construir todas las rampas laterales que se necesitan para ir rellenando las plantas de bloques pequeños hasta la cúspide. Me imagino que habrá una rampa modelo y el resto de rampas se construirán a semejanza de esta rampa modelo.