La Gilda, «verde, salada y picante», como Rita Hayworth en la película «Gilda» (1946), es la tapa por excelencia de San Sebastián, donde se inventó. Un tentempié que ha traspasado fronteras y que hoy podemos disfrutar en muchos bares de España.
En Madrid, Fátima y Emilio (en la imagen), desde su tienda «Doble & Gilda», han querido homenajear a este rico aperitivo creando hasta siete tipos de Gildas diferentes, perfectas para inaugurar cualquier encuentro gastronómico.
Una banderilla de aceituna, anchoa y piparra es el inicio de esta reunión en el barrio de Chamberí, donde descubrimos el universo de Fátima y Emilio, además de su ruta favorita de bares para disfrutar de cualquier viernes del año en Madrid.
Descubrimos su deliciosa tienda en la calle Galileo 61 donde además de Gildas puedes comprar otros ricos encurtidos y conservas de máxima calidad, así como aceite de oliva virgen, vermut, cervezas artesanales o patatas fritas y frutos secos nacionales, a granel.
Siete tipos de Gildas
La clásica Gilda -que inspiró la actriz neoyorkina con su llegada, y consiguiente revuelo, al Festival de San Sebastián en 1948- es la estrella de la tienda Dobel & Gilda. Pero además, tras un amplio proceso de ensayo y pasión, puedes elegir entre gildas de boquerón, triple de anchoa, de pulpo, con huevo de codorniz y hasta vegetal, en la que sustituyen la anchoa y la piparra por un corazón de alcachofa y un tomate seco.
Doble & Gilda
La calle Galileo de Madrid es una delicia en oferta y ambiente cualquier día de la semana, pero los viernes por la tarde los madrileños saben que el aperitivo puede ser el mejor camino para llegar a una comida de amigos, y que esa comida mejorará con una buena sobremesa y una copa que te devuelva a casa cuando el sol toca por última vez en el día los edificios de la ciudad.
Así que después de disfrutar de los encurtidos de Doble & Gilda, de sus aceitunas Gordal con bonito, de los berberechos de José Peña, la perdiz en escabeche de La Fonda del Prado o el paté de centollo Agromar, con una cerveza de castaña Senda, Fátima y Emilio proponen visitar a Luis en el Bar La Violeta.
De bares por Chamberí
Bar La Violeta + Cervecería La Ola + Taberna Mono Capuchino.
Bar La Violeta
La primera parada, después de salir de la tienda Doble & Gilda, es el bar La Violeta. Preciosa fachada castiza de bar madrileño con madera pintada de rojo, barril y taburetes y azulejo y cómoda barra en su interior.
Allí el capitán es Luis, que propone ricas tostas de bacalao, sardina ahumada o cecina y queso, raciones de mejillones, tablas de quesos artesanos o de ibéricos y bocadillos de morcilla y queso fundido, entre otras opciones.
Un vermut, unas cañas y un Rioja, acompañado de unos berberechos y unas latas que Fátima ha querido compartir en la barra de La Violeta, nos llevan hasta la hora de la comida.
Cervecería La Ola
Aquí la tapa es una ración de Bígaros y una caña muy bien tirada… Carlos y Juan abren ostras de primera y enfrían un Godello que acompañará a unos callos a la madrileña, gambas a la plancha y unas almejas marinera, donde es obligatorio terminar mojando pan.
Además, en su carta, nécoras, percebes, salpicón de marisco y pulpo a la gallega. También, mojama de atún, habitas con jamón, chacinas variadas o ensalada de tomate con ventresca. Para volver cada día.
Taberna Mono Capuchino
La sobremesa en La Ola se traslada al Mono Capuchino, una taberna con cervezas de grifo y raciones de torreznos, habitas baby con pulpo y huevo poché o platos como entrecot con patatas, hamburguesas veganas -de garbanzos o de remolacha y guisantes- y chipirones plancha.
Buena oferta de destilados y coctelería, que recorre tragos como el mojito, la margarita, el pisco sour o daikiri.
Planes Madrid
Doble & Gilda también tiene catering.