José Corbacho vuelve a Madrid para estrenar su monólogo «Ante todo mucha calma» porque la cabra siempre tira al monte y le gusta más un escenario que… Bueno, eso, que tenemos la suerte de poder disfrutar de su humor salvaje en el Teatro Cofidís Alcázar el sábado 27 de noviembre y el 11 de diciembre.
Nos sentamos un ratito con este gran cómico, actor, director de cine que un día probó el teatro callejero con compañía La Cubana (1988) y ya nunca ha podido bajarse de las tablas.
… Ya empiezo a ser como un señor mayor que mira a su pasado… Todo comenzó porque no estaba dotado para el fútbol y en 4º de EGB me apunté a teatro. Hasta que un día salgo al escenario, todo el público mirándonos en silencio y después ¡los aplausos! Me encantó y nunca he parado. Hasta monté mi propia compañía de teatro en el barrio, donde ya estaba Juan Cruz, (con quien muchos años después gana el Goya por la película Tapas).
«Está claro que el ser humano no está diseñado para mejorar, sino todo lo contrario»
Teatro, televisión, cine, más televisión, mucha televisión, y otra vez al teatro. Si, mi primer monólogo fue en Madrid con «Cinco hombres.com» hasta que lo perfecciono con mi maestro Pepe Rubianes, al que le decía que de mayor quería ser como él, y me contestaba «que ya eres mayor, joder».
«Ante todo mucha calma» la comienzo a escribir hace ocho años. Lo estreno en Barcelona hace tres y ahora estoy encantado de estar en Madrid. 80 minutos hablando frente al público y con la agilidad de darle muchas vueltas al texto, actualizarlo e improvisar, lo que hace que la función sea muy divertida.
¿Cómo logras ser provocador y caer tan bien? Porque del primero que me rio es de mí mismo, después de mi madre y del resto de mi familia, lo que me da pie a seguir por donde sea. En definitiva, un mecanismo de la comedia que funciona muy bien.
¿Por qué recomiendas «calma» cuando a ti no se te ve muy sosegado? Es la ironía, que me gusta mucho en el humor. Pero no es que yo no sea muy calmado, es que la humanidad se inventa una debacle cada día. ¡Ojo! que ahora -saliendo de la pandemia- nos pensamos que estamos en los maravillosos años 20, pero muchos otros ya están pensando en el crack del 29… No aprendemos.
Pero lo que me hace gracia y me espanta, es la velocidad de quererlo todo ya. Una ansiedad absoluta que va devorando a toda la sociedad, mientras siempre hay alguien que dice: «de esta salimos mejores» (risas). Está claro que el ser humano no está diseñado para mejorar, sino todo lo contrario.
¿Crees que ya se nos ha ido de las manos? Si, si…. Solo hay que entender que cuando alguien inventó el fuego, unos dijeron «qué guay, asemos las chuletas y calentemos la cueva», pero otro ya dijo, «y porqué no vamos a quemar la aldea del vecino».
En tu monólogo, también tocas las redes sociales… Si, claro. Siempre mirando al de al lado y tu vida es una mierda. Te sigo en Instagram para ver que tu vida es de puta madre y la mía es una mierda… Así comienza el odio y las envidias, porque no podemos conocer a todas esas personas que envidiamos, aunque sería bueno, para darnos cuenta de que su vida es igual de mierda que la tuya.
¿Algún consejo para sobrevivir a todo esto? Nooo, cero… Solo que vengáis a verme al teatro. Pero desde el punto de vista de un cómico, vamos a relativizar todo en la vida, que ya sabemos que la vida es una tragedia que acaba mal y vamos a intentar ser felices. No nos lo ponen fácil, porque el día empieza bien hasta que llega un cabrón y te lo jode.
Las fake news tampoco nos dejan dormir. Eso es. Hay que rebajar el nivel de información, sobre todo por eso, porque la mitad es falsa o una idiotez. No tenemos que tener opinión de todo. No pasa nada.
¿Echas de menos ese teatro -ese tiempo- que veías en las giras con La Cubana? Personalmente me gusta recordarlo. Soy optimista y me gustan los jóvenes. Cuando digo algo, lo hago pensando en que lo escuchen los jóvenes. Me meto en charcos, por ejemplo, para decir: «que se haga humor de lo que quieran», pensando en un chaval de 20 años que hay que darle la libertad que tienen que tener un creativo para que nadie venga a decirle «es que eso que has hecho….» Ya te lo dirá la vida, el público. No hace falta linchar, ni llevar a un juzgado a nadie. Será el público el que aplauda o el que se levante de su butaca. Hay que reivindicar el éxito y el no éxito.
Teatro Cofidís Alcázar. Sábado 27 de noviembre y sábado 11 de diciembre. Compra AQUÍ tus entradas.
