Madrid conmemora los 100 años de la muerte del escritor Benito Pérez Galdos.
Nació el 10 de mayo de 1843 en Las Palmas de Gran Canaria y murió el 4 de enero de 1920 en Madrid. Está Considerado como el mejor representante de la novela realista del siglo XIX y mayor novelista español de todos los tiempos, después de Cervantes.
Galdós está considerado el cronista no oficial de Madrid. Sus textos nos trasportan a un Madrid de tipos castizos, de chulapos y toda una galería de personajes relacionados con la ciudad. De su pluma salieron las mejores descripciones de Madrid en el siglo XIX, sus calles, sus gentes y sus costumbres.
A través de novelas como Fortunata y Jacinta, Misericordia o los Episodios Nacionales, podemos recorrer los espacios relacionados con el Madrid galdosiano.
A través de novelas como Fortunata y Jacinta, Misericordia o los Episodios Nacionales, podemos recorrer los espacios relacionados con el Madrid galdosiano.
Galdós era un gran observador, paseaba por las calles de Madrid y recopilaba todos los detalles, tenía una memoria prodigiosa (podía memorizar capítulos enteros de El Quijote y recitarlos). Además, conocía la historia de primera mano, porque muchos acontecimientos que relata, por ejemplo, en los Episodios Nacionales, los vivió o se los contaron. Su padre era militar y vivió la Guerra de Independencia.
Las corralas
En la calle de las Fuentes número 13 será el primer lugar donde se hospedará Galdós tras su llegada a Madrid desde las Palmas de Gran Canaria. Llegó para estudiar derecho, pero pronto fue consciente de su interés por la vida cotidiana y por el periodismo, comenzando a colaborar en diferentes revistas con artículos costumbristas de Madrid.
La mayoría de los edificios galdosianos eran tipo corrala. Una especie de microcosmos con un patio central para los espacios comunes, la vida social (los cotilleos, etc.)
La mayoría de los edificios galdosianos eran tipo corrala. Una especie de microcosmos con un patio central para los espacios comunes, la vida social (los cotilleos, etc.) En este sentido se podría comparar la plaza Mayor como la gran corrala de Madrid.
Supo describir como nadie el Madrid Isabelino, sobre todo en las novelas La de Bringas y Fortunata y Jacinta.
El teatro
Isabel II, que reinaba en este momento, era una gran amante del teatro y de la lírica, concretamente.
En este Madrid decimonónico el teatro Real tuvo una gran relevancia. El teatro era el lugar perfecto para la sociedad del momento, una sociedad de aparentar, de dejarse ver. El teatro en época de Galdós fue una pieza fundamental de la vida social del Madrid del XIX. Isabel II, que reinaba en este momento, era una gran amante del teatro y de la lírica, concretamente. En París se hacían fiestas y soirées en los Campos Elíseos, y, como no, en Madrid también existieron otros Campos Elíseos con una ría navegable, un templete para música, e incluso una plaza de toros. Pero pronto desaparecerán al comprar el marqués de Salamanca los terrenos donde se ubicaban para construir un nuevo barrio a las afueras de Madrid, que sería conocido por su apellido: El barrio de Salamanca.
Los mercados
Otro de los lugares de encuentro de la sociedad madrileña serían los mercados. El mercado de San Miguel es un claro ejemplo de la arquitectura ferrovítrica que se puso de moda en el Madrid de Galdós. Con la creación este tipo de mercados, se intentaba poner un poco de salubridad a los alimentos que se vendían, ya que algunos eran de muy dudosa procedencia. Galdós en sus obras es muy detallista y siempre indica dónde compran sus personajes, por qué ahí, por qué ese día, por qué ese producto, la calidad en ese sitio o en otro y cómo regatear.
Junto a los mercados había una serie de tipos madrileños como las castañeras, los limpiabotas, vendedores de achicoria…
Junto a los mercados había una serie de tipos madrileños como las castañeras, los limpiabotas, vendedores de achicoria… que era una subclase social que intentaba sobrevivir en una sociedad que los marginaba.
•Fortunata y Jacinta, p. 395, tomo II: Con ese desparpajo y esa independencia de modales que caracterizan a los vendedores ambulantes que viven siempre al aire libre y tienen la voz hecha a la gritería de los pregones.
La Plaza Mayor
La Plaza Mayor es otro de los enclaves imprescindibles en la obra de Galdós. Los personajes principales vivían en los alrededores de la plaza. Debido a la cantidad de comercios que había en la plaza, ésta era el centro neurálgico de las clases populares madrileñas a finales del XIX.
En la época de Galdós, la Plaza Mayor sufrió una serie de reformas como la colocación en el centro de la estatua de Felipe III
En la época de Galdós, la Plaza Mayor sufrió una serie de reformas como la colocación en el centro de la estatua de Felipe III desde los jardines de la Casa de los Vargas en la Casa de Campo. El promotor de dicho desplazamiento fue Mesonero Romanos, pero Galdós apoyó esta iniciativa, ya que era un declarado antitaurino y esto era una manera encubierta de evitar las corridas de toros. Se plantaron árboles y se ajardinó toda la plaza para crear sombra y de esta manera la gente que acudía a comprar a la plaza podía disfrutar del frescor de la sombra creada por la vegetación.
•Fortunata y Jacinta. Referencia a la Plaza Mayor. La vista del cuadrilátero de la plaza era bonita, despejada y alegre. El jardín lucía muy bien desde arriba, con sus dos fuentecillas y el caballo panzudo, del que Fortunata veía los cuartos traseros como los de un cebón, y el rey aquel encima con su canuto en la mano.
La vinculación de Galdós con la plaza Mayor fue tan grande que incluso se llegó a plantear su enterramiento en la propia Plaza, derribando parte de ésta para crear una gran fuente que acogería un mausoleo dedicado a su memoria.
Los cafés
Los cafés serán para Galdós de máxima importancia. Pasó muchas horas de sus primeros años en la capital en estos establecimientos, y esto lo reflejaba en sus novelas. Los cafés aunaban el mundo literario, el artístico y el político; e incluso a veces los bajos fondos (dependiendo del café), borrachos, prostitutas, ladrones y buscavidas. Esto le servía para crear algunos personajes marginales, como en Misericordia.
Galdós destaca algunos comercios muy famosos de la época, como la Casa Botín, el restaurante Lhardy, la botillería de Pombo, o la pastelería de El Pozo.
Galdós destaca algunos comercios muy famosos de la época, como la Casa Botín, el restaurante Lhardy, la botillería de Pombo, o la pastelería de El Pozo. La gente identificaba un producto con un comercio: Lhardy con el cocido, los buñuelos de bacalao de la Casa Labra o los dulces de la pastelería de El Pozo. Como curiosidad, en Madrid desde el año 2006 una serie de placas diseñadas por Antonio Mingote delante de cada establecimiento centenario recuerda el nombre y la fecha de su fundación. Son los llamados comercios centenarios.
Periodista y político
Galdós también estuvo interesado por la política. Hay que destacar que llegó a vivir algunos de los acontecimientos más importantes del siglo XIX, como la Revolución Gloriosa (1868), el asesinato de Prim y la llegada de Amadeo de Saboya (1870), la restauración borbónica y la llegada de Alfonso XII; el desastre del 98 con la pérdida de Cuba y Filipinas. En 1907 fue elegido representante de Puerto Rico. En 1914, diputado Republicano de las Palmas de Gran Canaria.
El entierro de Galdós fue multitudinario, lo que demuestra que fue un escritor admirado en vida y que contaba con lectores de todas las clases sociales.
En el Retiro podemos encontrar un monumento a Galdós, inaugurado en 1919 con la asistencia del propio homenajeado, bastante enfermo y ciego. Galdós pidió poder tocar la escultura y al reconocer sus rasgos en la piedra rompió a llorar emocionado. La escultura es obra del escultor Victorio Macho. Una vez descubierta la estatua por el alcalde de Madrid, el comediógrafo don Serafín Álvarez Quintero, dio un discurso frente a Galdós. La escultura fue entregada al pueblo de Madrid mediante un acta firmada por el mismísimo Pérez Galdós.
El entierro de Galdós fue multitudinario, lo que demuestra que fue un escritor admirado en vida y que contaba con lectores de todas las clases sociales.
Galdós es la gran figura de la literatura realista en España y el gran cronista de Madrid.
Por Luis Pérez, historiador del arte y gestor cultural. Miembro de Madrid en Ruta. www.madridenruta.com
EXPOSICIÓN
“Benito Pérez Galdós. La verdad humana” en el Museo de la Biblioteca Nacional.
Hasta el próximo 16 de febrero el Museo de la Biblioteca Nacional abre sus puertas a la exposición “Benito Pérez Galdós. La verdad humana”.
En la muestra se exhiben más de doscientas obras. Manuscritos, libros impresos, esculturas, grabados y lienzos que reflejan cómo el autor canario nos dejó en su obra literaria un modelo de ser humano real, verdadero, en sintonía con su contemporaneidad, que a la vez no renunció a la herencia literaria del siglo de Oro y muy especialmente a la del universal personaje cervantino, don Quijote de la Mancha.
Horario: De lunes a sábado de 10 a 20 h. Domingos y festivos de 10 a 14 h. Entrada gratuita.
El Ayuntamiento de Madrid presenta el cartel del Año Galdós con motivo del centenario de su fallecimiento
La imagen muestra a un Galdós de 19 años, la edad que tenía cuando llegó a Madrid procedente de su ciudad natal, Las Palmas.
Casi cien años después de su fallecimiento, Benito Pérez Galdós vuelve a estar presente en las calles de Madrid, ciudad a la que convirtió en protagonista de su monumental obra. La figura del escritor canario y universal va a acompañar a los madrileños en forma de campaña de difusión que anticipa el año de homenajes que está organizando el Ayuntamiento de Madrid para 2020 con motivo del centenario de su muerte.
El lema elegido para el programa cultural que se desarrollará a lo largo del año que viene es Galdós es Madrid. 2020, año galdosiano, madrileño y novelesco. Esta idea busca subrayar la pasión del escritor por la ciudad que le acaba de conceder el título de Hijo Adoptivo de Madrid con el consenso de todos los grupos municipales. En vísperas del año del centenario, el Ayuntamiento de Madrid también ha bautizado la Biblioteca Pública del Centro Cultural Conde Duque con el nombre de Benito Pérez Galdós.
El programa galdosiano del Ayuntamiento de Madrid arrancó el 4 de enero, fecha de su fallecimiento en 1920, con un acto inaugural en la estatua del escritor en el Parque del Retiro, en el que estuvieron presentes las asociaciones de galdosistas.
La parte más académica continuará con un ciclo de conferencias y mesas redondas, que se complementará con una serie de paseos literarios a los que están invitados todos los ciudadanos. La próxima edición de la Feria del Libro contará con una carpa íntegramente dedicada a la difusión de la obra de Galdós, con atención especial a los lectores más jóvenes, los estudiantes de secundaria. No faltarán cine, teatro, exposiciones y conciertos inspirados en la vida del mejor retratista de Madrid y en su inmenso legado.