La exposición «Ayer pisó tu sombra un tigre», del artista Iñigo Navarro, puede visitarse en el Museo Lázaro Galdiano (C/ Serrano, 122) hasta el próximo 22 de noviembre.
Un alegato a favor de la pintura figurativa a través de una quincena de cuadros de pequeño y gran formato.
Exposición en Madrid: Íñigo Navarro frente a Goya en el Lázaro Galdiano
En esta muestra, la obra de Navarro se mide con la de Francisco de Goya. Además de sus pinturas, también incluye una escultura en madera policromada que ha sido vestida por el diseñador de alta costura Marcos Luengo. Para hacer de esta una experiencia inmersiva, la sala se ha perfumado con una esencia que remite a los talleres clásicos de pintura.


De Madrid a Hong Kong
Iñigo Navarro es uno de los artistas figurativos españoles más codiciados internacionalmente. Su trazo, a medio camino entre la figuración mágica y el surrealismo, le ha hecho triunfar en el mercado asiático. Esta es su primera exposición institucional en nuestro país.
La obra de Navarro

La pintura de Íñigo Navarro (Madrid, 1977) se aproxima más a la figuración del centro y el norte de Europa que a la de su España natal. En su obra se aprecian influencias del belga Michaël Borremans, en cuyos retratos hiperrealistas es difícil distinguir un sueño de una pesadilla. También hay ecos del alemán Neo Rauch y su realismo mágico, en el que se mezclan momentos históricos con escenas cotidianas en un estilo que bebe del realismo soviético y el muralismo mexicano. Tal vez por eso su carrera ha tenido un gran recorrido en Europa, con exposiciones en galerías de Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Suiza o en Japón, China o México, donde ha conquistado el mundo del arte.
Mamá y Goya
En la obra de Goya “Modo de volar”, aparece un hombre equipado con un extraño artefacto alado que, pese a su precariedad, parece funcionar. Ese deseo de realizar algo imposible funciona como el hilo conductor de una muestra que se propone una finalidad igualmente complicada: devolver a la pintura figurativa su relevancia institucional. “La mía es una figuración no convencional. Quiero que parezca nueva, generar una atmósfera”, declara el pintor. En una época en la que, además, este tipo de obras suelen enfocarse hacia otros lenguajes como lo pop, la animación, el arte urbano o lo relacionado con el mundo digital y la estética del videojuego, Navarro opta por una figuración más realista, más clásica, sin renunciar por ello a esos elementos sorprendentes que rompen los esquemas del espectador.





