«Anna Heringer. La belleza esencial’ es la primera retrospectiva dedicada a la arquitecta alemana en España. La arquitecta, visionaria y multipremiada, con obra en tres continentes, apuesta por el uso de materiales y técnicas locales para ofrecer un futuro mejor. Su trabajo se basa en la exploración y uso de la arquitectura como un medio para apoyar las economías locales y fomentar el equilibrio ecológico.
La muestra podrá visitarse del 9 de febrero al 8 de mayo e incluye visitas guiadas y talleres.
Imagen de portada: Albergue en la Bienal de Bambú de Longquan, Baoxi (China), 2016.

Para Heringer “La sostenibilidad es sinónimo de belleza, y lo que define el valor estético y sostenible de un edificio es que se encuentre en armonía con su diseño, estructura, técnica y uso de materiales, así como en relación con su ubicación, con el entorno, con el usuario y con el contexto sociocultural”.

La visita propone un recorrido por la obra y la filosofía de Anna Heringer, profundamente interesada en el desarrollo sostenible de nuestra sociedad y del entorno construido. Focaliza su trabajo en el uso de materiales y técnicas locales para crear edificios característicos del lugar donde se ubican. Estos conceptos quedan reflejados en la exposición; además, la presentación de los proyectos se apoya en los textiles realizados por mujeres de Bangladés que reproducen las plantas y los alzados de sus edificios. La muestra se completa con textos (como el Manifiesto de Laufen, impulsado por la propia arquitecta), fotografías, dibujos y maquetas que trazan un recorrido a través de los principales proyectos realizados por Anna Heringer desde 2006.

Anna Heringer
Anna Heringer creció en Laufen, un pequeño pueblo en la frontera entre Austria y Alemania, cerca de Salzburgo. A los 19 años vivió en Bangladés durante casi un año, donde a través de la ONG Dipshikha, descubrió el desarrollo sostenible. De esa experiencia extrajo la lección de que la mejor estrategia de desarrollo es confiar en los recursos existentes y aprovecharlos al máximo. Ocho años después, en 2005, comenzó a trasladar esta filosofía al campo de la arquitectura.
Museo ICO. Entrada gratuita.