La sede el Colegio de Arquitecto de Madrid COAM ha sido el escenario elegido para celebrar un interesante encuentro de vinos «radicales». Así lo han querido llamar los organizadores. Se trata de una feria del vino en la que se presentan en sociedad elaboraciones muy personales, apuestas llenas de personalidad de vinos de todo España que no cumplen reglas y son el capricho o el resultado de las circusntancias y la creatividad de sus enólogos y viticultores.
Una interesante cita que cumple su cuarta edición y en la que se han podido catar vinos de 34 bodegas diferentes, de las cuáles 17 acudían al Salón de los Vinos Radicales por primera vez.
En la copa, nariz y boca, estos vinos son dificiles de catalogar y mucho menos de etiquetar, aunque como vemos en este reportaje la imaginación y el humor son elementos fundamentales en la imagen de las etiquetas de estos vinos, que ya anuncian un carácter extremo con intención de sorprender, incluso de provocar.
Vinos «presuntos» o «transgénero» (como los ha denominado el organizador y presentador de la cata, el periodista y experto en vinos y destilados, Federico Oldenburg) que en cata a ciegas complican su definición, ya que podrían parecer vinos tintos, blancos o rosados, por que muchos de ellos cumplen todas las características que a priori definirían a cada uno de los tipos.
Por otro lado el interés indiscutible de este Salón de Vinos radicales es la oportunidad de descubrir vinos que marcan una clara tendencia hacia la naturalidad, recuperar tradiciones y elaborar desde la sostenibilidad y el ecologismo. Al mismo tiempo que el consumidor pide disfrutar de otro tipo de vinos de pequeñas elaboraciones firmadas por románticos que además, están muy en línea con la actualidad gastronómica en la que chefs y sumilleres buscan maridajes o armonías perfectas y sorprendentes para sus clientes y estos vinos son muchas veces, sus bazas.
Ahí va una galería de imágenes de etiquetas de vino que son difícilmente etiquetables. Búscalos, pídelos, pruebalos!
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