Carla de La Lá es de esas mujeres que nos hacen sentir orgullosas a todas las demás. De agudísima inteligencia e interesante cultura, muestra siempre su característica sonrisa y una elegancia tan personal que la han convertido en uno de los personajes que más interés suscitan en Madrid.
La Lá es periodista, escritora, sombrerera, da clases y ponencias de Gestión de las Relaciones Públicas para empresas de lifestyle y lujo en diversas escuelas como el IE Business School y dirige la delegación de la agencia Globe Comunicación en la capital.
“Too much on my plate”_afirma ella, y es que tiene 4 hijos, un Cavalier King Charles, que es como un quinto hijo y, por qué no, una agitada vida social entre intelectuales y aristócratas.
¿Cómo decidiste abrir una agencia?
En realidad me uní en 2013, fui la última en llegar a Globe, creando la oficina de Madrid en plena crisis, la de Barcelona ya operaba en todo España. La malísima coyuntura económica azotaba las agencias clásicas y lo entendíamos; hasta entonces se había vivido en una burbuja de precios absolutamente desproporcionados e injustificables que de pronto dejó de colar. Las grandes parecían elefantes moribundos y lo estaban pasando muy mal. Ahí fue cuando decidimos crear un producto diferente, con otra filosofía, fresco, joven, ¡guay!
¿Para qué sirve una campaña de comunicación?
No importa lo bueno que seas si nadie lo sabe…La comunicación ayuda a definir su personalidad a cualquier “marca” y después la transmite correctamente para alcanzar los objetivos de negocio: atraer, convencer y vender. La comunicación pone en nuestra mano los instrumentos necesarios para llegar a nuestros clientes y al mercado en general de una forma satisfactoria. Es importante aclarar que las Redes Sociales también son parte de lo que entendemos por comunicación y que es interesante dirigir los perfiles de redes sociales bajo las directrices de comunicación creando sinergias.
¿Cuál es la diferencia en Globe?
Globe es la agencia boutique por excelencia, la interpretación moderna de la antigua agencia. Somos periodistas, especializados en cultura, tendencias, estilo de vida, lujo, comunicación, redes sociales y marketing de consumo que, habiendo trabajado para grandes cuentas internacionales, hemos creado un espacio a la medida del negocio de hoy, flexible, inteligente, dinámico, en el que nada es accesorio. Como resultado, la calidad del trabajo es la mejor pero los budgets son accesibles para pequeñas y medianas empresas porque eliminamos estructuras innecesarias.
¿Cómo definirías el lujo?
El lujo como concepto psicológico nos pertenece a todos. Disfrutar de la lectura en la terraza, abrir una botella de vino entre semana… cumplir un deseo, suele entenderse como un lujo. Los buenos momentos y la belleza de la vida pertenecen al imaginario del lujo, aunque también da nombre a una industria de productos y servicios excelentes que factura en el mundo alrededor de ochocientos billones de euros.
En comunicación y branding el mejor lujo es el de lo que no se tiene. No hay nada como la aspiración de lo inalcanzable. Las marcas lo saben y es un criterio que tienen muy en cuenta cuando estudian su imagen. Qué mayor icono que Audrey Hepburn desayunando frente al escaparate de Tiffany….
¿Cuál es vuestro perfil de clientes?
Mucho cliente boutique, porque nuestros fees son de agencia boutique. La economía española está llena de pequeñas y medianas empresas de lujo y lifestyle que necesitan una buena estrategia de branding y una campaña de comunicación eficaz: restaurantes, marcas de belleza y moda, clínicas, centros de arte, ferias, productos gourmet, productos Premium…
Lo sorprendente es que también nos llegan grandes compañías que ya sólo quieren trabajar con agencias boutique porque dicen que en las grandes les cobran mucho más pero les hace el trabajo “la becaria”.
¿Qué nos recomiendas leer?
Siempre estoy leyendo ochenta libros a la vez. Ensayo moderno, filosofía, soy muy freak con la lectura, igual que con la música. En mi mesilla de noche se juntan las obras completas de Marco Aurelio con cualquier cómic de última hornada. Adoro el humor elegantísimo y cínico de Wilde o Chesterton, las mujeres agudas como Silvia Plath, Jane Austein o la mordaz Dorothy Parker.
¿Una persona tan ocupada…puede apuntarse a la moda de las series?
Claro que sí! Las series son estupendas para compartir tiempo en pareja sin hablar demasiado…Tengo una amiga que dice que ella no ve series, que por la noche su marido y ella hablan, cuando me lo dijo me horroricé ¡yo no quiero hablar tanto ni conmigo misma! No vaya a ser que me escuche. Mis series favoritas Juego de Tronos y Downton Abbey.
¿Qué supone para una empresaria como tú la maternidad?
La maternidad me parece durísima pero si pudiera mantenerlos y educarlos (hay quienes creen que tener hijos es parirlos) tendría 7 u 8 hijos más.
El sentimiento de utilidad y de pertenencia que te proporciona la familia, te mantiene estresado, sí, pero casi nunca deprimido o desesperanzado, el sentimiento de utilidad, al final, es lo que garantiza la salud mental y la alegría_dice…
¿Cómo lo haces para mantener las riendas de la agencia, de una familia tan grande, de una vida social tan activa y encima estar estupenda?
Soy muy hiperactiva, disciplinada y autoexigente, es la única manera. Trabajo incansablemente para que las cosas salgan bien y el esfuerzo siempre obtiene su recompensa. Siempre! Aunque claro, tengo idealizado eso de “no hacer nada”, hacer una pelota con todo tu narcisismo y sentarte a mirarla sin pestañear ¡Eso sí que es un lujo!… La buena vida no es sólo cuestión de suerte, requiere bastante audacia, fortaleza, modestia y mucho humor.
¿Cómo defines el humor?
La seriedad no es sinónimo de madurez, sino de escaso repertorio. La madurez es saber reírse de la vida con la posibilidad de mostrarle más respeto cuando sea necesario. El humor te da la talla de la inteligencia y la sofisticación intelectual de una persona.
Descúbrenos 3 o 4 lugares de Madrid donde se pueda experimentar el lujo.
Como teórica del lujo, mi concepto del lujo no es el cliché. Yo me muevo en lo que llaman lujo narcisista, que es un lujo no basado en la aprobación (o la envidia) de los demás sino en lo que yo sienta, por eso no me interesa lo más mínimo comer o comprar en el último local de moda. Me muevo entre diez o quince sitios discretos donde saben lo que quiero y lo que no.
Para comer, mi lujo secreto está en dos restaurantes: el primero, los Montes de Galicia, en el barrio de Salamanca, se trata de uno de los primeros gallegos de Madrid, lleva 20 años y combina lo más delicioso de la dieta atlántica con la exquisitez en la materia prima y una cuidadísima atención y estética; el segundo, Sagasta 28 Bistró, en Alonso Martínez, uno de los pocos restaurantes que no vende decoración sino “la verdad de los platos”, lo mejor de la cocina autonómica, orgánica, con denominación de origen y km 0. Para paladares muy, muy exigentes.
El paraíso de la belleza es Bionike, en la calle Cristóbal Bordiú, la única marca de cosmética del mundo que me sienta bien y no me da alergia, sin conservantes, sin perfume, sin gluten y testados para el níquel.
En moda, Lefrik, sin duda, en la calle Colón, 4, una marca sostenible a la que nos tenemos que enganchar todos.
Mi gran fetiche son las gafas y la compro en Rinivi, Villanueva 43, enormes espejos, maravillosas sillas…, el uniforme de los 50s de todo el personal…cuando entras en la óptica, pierdes la noción del tiempo y del espacio.
¿Qué le aconsejarías a las nuevas generaciones de mujeres?
Lo mismo que a las de hombres, que trabajen.
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