El bacaro de Fabio Gasparini es uno de los contados restaurante italianos de Madrid donde cada bocado respeta las recetas tradicionales de su país. La apuesta por el producto y la autenticidad en la cocina del chef veneciano Fabio Gasparini son una sorpresa muy agradable.
Un Aperol Spritz acompaña un plato de sardinas in saor. Perfecto inicio para comenzar a disfrutar de esta taberna amiga, cercana, donde todos los platos están riquísimos y en la que la presencia de Fabio Gasparini, con simpática conversación en defensa de la tradición culinaria Véneta, completa una experiencia que merece la pena disfrutar.
El escabeche de las sardinas, (vinagre y cebolla), se acompaña de pasas y el tiempo justo de maceración para que los lomos salgan sabrosos en este cichetti (aperitivo) típico de la ciudad de Venecia.

Desde el primer bocado sabes que vas a disfrutar de la cocina de Fabio, que se acerca a las mesas para explicar con detalle y emoción un trabajo lleno de verdad y sabor.
Otros entrantes muy recomendables son el tartar de vaca con crema de burrata trufada y la parmigiana de berenjenas.
La pinsa, que no la pizza, es un perfecto segundo plato en El Bacaro. Rectangular y con una masa esponjosa, producto de una mezcla de harinas y los períodos adecuados de fermentación para que sea ligera y fácil de digerir. Sobre ella, tomate y mozarella de base, para encumbrar una rica mortadela, con burrata y tomate seco. ¡Deliciosa!
En la carta hay hasta 10 tipos diferentes de pinsas: de anchoas, puttanesca, 4 quesos, atún y cebolla, gorgonzola y speck (Jamón), burrata y tomates cherry o la básica pero irresistible margarita.

En el apartado pasta, la taberna de Fabio ofrece la receta original de carbonara, tan poco común en Madrid y desconocida para la mayoría. La salsa de yema de huevo con guanciale (papada de tocino) y queso pecorino y parmesano, se vierte sobre los espaguetis después de su cocción y se sirve con un toque de pimienta negra. Merece la pena probar este exquisito plato de aplauso.

Además, su carta ofrece unos poderosos macarrones a la putanesca o los ravioli de langostinos al ajillo que armonizan de maravilla con una buena bodega de vinos italianos.
La conversación continúa entre platos, productos, anécdotas y pasión por la cocina. La sonrisa del chef revela su serenidad, su apuesta por traer lo mejor de su querida Venecia es su seguro de vida.

Para terminar, aunque a nadie le gusta que esta fiesta llegue a su fin, una panna cotta con miel de trufa. ¡Menuda sorpresa! Textura y sabor espectacular con ese toque osado para descolocar al comensal. Otra genialidad de Fabio Gasparini para que el diálogo siga fluyendo en su restaurante.

El bacaro de Fabio Gasparini está en la calle Hartzenbush, 9. Barrio de Chamberí. Y todos sus platos los puedes pedir a domicilio.